Cómo influye la mayor edad del padre en los trastornos congénitos del bebé
27/02/2024
El embarazo en mujeres mayores está asociado a riesgos para madre e hijo, como que el bebé presente malformaciones congénitas, y también se sabe que los hombres de mayor edad tienen más probabilidades de engendrar descendientes con malformaciones óseas y cardíacas, como la acondroplasia –la forma más común de enanismo de extremidades cortas–, el síndrome de Noonan, o trastornos neuroevolutivos, esquizofrenia y autismo.
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Ahora, un nuevo estudio ha mostrado que la relación entre la edad paterna y los trastornos congénitos raros es más intrincada de lo que los científicos habían considerado anteriormente y que, aunque la paternidad tardía incrementa el riesgo de transmitir una nueva mutación que podría causar un trastorno congénito en los hijos, ciertas mutaciones que pueden generar dichos trastornos también se encuentran en varones jóvenes.
Los hallazgos se han publicado en Genome Biology and Evolution e indican que, si bien aumenta el vínculo entre algunas mutaciones patógenas con la edad paterna, otros no lo hacen, e incluso pueden ocurrir en los testículos del varón antes de la madurez sexual. Esto significa que es más probable que los espermatozoides de padres añosos transmitan nuevas mutaciones que provocarían trastornos congénitos a sus descendientes, pero que existen otras mutaciones que son independientes de la edad paterna.
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“Como consecuencia, la incidencia de mutaciones con posibles consecuencias para la salud de la descendencia podría ser mucho más común en la población y, en algunos casos, independiente de la edad de concepción”, han explicado en su artículo los autores del estudio, que han sido dirigidos por investigadores de la Universidad Johannes Kepler (Austria).
Mutaciones en la línea germinal masculina que afectan a los descendientes
El equipo de científicos recolectó muestras de esperma de donantes anónimos de entre 23 y 59 años e investigó la frecuencia de variantes de mutaciones genéticas para 10 variantes diferentes de la proteína del receptor 3 del factor de crecimiento de fibroblastos (FGFR3), que se encuentra en tejidos como el cartílago, el cerebro, los intestinos y los riñones en humanos.
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Los investigadores encontraron dos variantes de FGFR3 asociadas a dos enfermedades raras relacionadas con una mayor edad del padre. Una de estas variantes está asociada a la acondroplasia, y la otra variante está asociada con la displasia tanatofórica –un trastorno esquelético grave y generalmente fatal en niños que se caracteriza por una caja torácica desproporcionadamente pequeña y extremidades extremadamente cortas– y también aumentó con la edad paterna.
El equipo de investigación observó que muchas otras variantes de FGFR3 no estaban relacionadas con la edad del padre. En particular, la variante asociada con el síndrome CATSHL (camptodactilia-estatura alta-escoliosis-hipoacusia) no fue más común en el esperma de hombres mayores en comparación con el de hombres más jóvenes. “Los padres jóvenes también afrontan un riesgo mayor de tener hijos con mutaciones patogénicas”, ha afirmado Irene Tiemann-Boege del Instituto de Biofísica de la Universidad Johannes Kepler y autora principal del estudio.
“Los espermatozoides pueden acumular fallos en la replicación del ADN que resulten en problemas genéticos, de modo que cuanto más avanzada es la edad del varón, mayor riesgo genético para la descendencia”
“El concepto de edad avanzada en el varón es esquivo, porque a diferencia de la mujer, donde la edad tiene una influencia evidente en la capacidad reproductiva, y a partir de un cierto valor afecta de manera importante la misma, estos cambios asociados a la edad del varón suceden de una forma más paulatina, sin saltos evidentes, lo que hace complejo poder definir un valor umbral”, ha señalado Nicolás Garrido Puchalt, director de la Fundación IVI (Instituto Valenciano de Infertilidad) y director de administración de la investigación en IVIRMA Global Research Alliance en Valencia en declaraciones a SMC España.
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“Una de las razones por las que existe este riesgo asociado a la edad del varón es por una acumulación en las mutaciones de la línea germinal que origina los espermatozoides, ya que son células con alta tasa de división durante toda la vida del varón, que pueden acumular fallos en la replicación del ADN que resulten en problemas genéticos, de modo que cuanto más avanzada es la edad del varón, más de estos acumularía y, por ende, mayor riesgo genético para la descendencia”.
“En conjunto, estos resultados aportan nuevos conocimientos sobre la mutagénesis de las mutaciones impulsoras y el mosaicismo resultante en la línea germinal masculina, con importantes consecuencias para la transmisión y recurrencia de los trastornos asociados, lo que permite reafirmar los conceptos anteriores respecto a la influencia de la edad del varón a la hora de concebir y el riesgo para la descendencia”, concluye el experto.
Actualizado: 27 de febrero de 2024