El 10% de las mujeres bebe alcohol durante el embarazo
26/01/2017
Una investigación realizada por el Centro de Adicción y Salud Mental de Canadá ha revelado que alrededor del 10% de las mujeres embarazadas de todo el mundo consumen alcohol durante la gestación, y que 119.000 bebés nacen cada año afectados por el síndrome de alcoholismo fetal, una enfermedad que se produce a consecuencia de dicho consumo, y que se caracteriza por provocar trastornos mentales, de conducta, y aprendizaje, o incluso discapacidad física, en estos niños.
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Según los resultados del estudio, que se han publicado en The Lancet Global Health, existen importantes diferencias en el consumo de bebidas alcohólicas de las embarazadas entre países y regiones, ya que en algunos más del 45% de las gestantes lo ingiere. Y en otros, como Canadá, aunque hay información médica que propone una abstinencia total de esta sustancia durante el embarazo, el 10% de las mujeres continúa bebiendo tras la concepción.
Se estima que el síndrome de alcoholismo fetal afecta al bebé de una de cada 67 embarazadas que beben alcohol durante el embarazo
Tras revisar exhaustivamente la literatura médica y los análisis estadísticos al respecto, los investigadores observaron que alrededor de 15 de cada 10.000 personas a nivel mundial padece un trastorno de alcoholismo fetal. Los datos del trabajo también mostraron que los cinco países en los que se registraba un mayor consumo de alcohol durante la gestación se localizan en Europa, y son: Rusia, Reino Unido, Dinamarca, Bielorrusia e Irlanda, siendo también Europa la región con mayor prevalencia en su ingesta (un 2,6 más alta que la media mundial).
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Svetlana Popova, la autora principal del estudio, ha puntualizado que no todas las mujeres que ingieren alcohol durante el embarazo tendrán un hijo con síndrome de alcoholismo fetal, ya que se estima que este problema afecta al bebé de una de cada 67 madres bebedoras, sin embargo, en esta cifra no se incluyen otros trastornos que también pueden estar asociados al consumo de esta sustancia, ya que no solo daña el desarrollo neurológico, sino que puede deteriorar otros órganos vitales, e interaccionar con otros factores de riesgo, como la herencia genética, el tabaquismo, la dieta de la madre o el estrés.
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Actualizado: 11 de octubre de 2017