El cerebro de la mujer experimenta una metamorfosis durante el embarazo

Un estudio pionero revela cómo el cerebro humano se transforma durante el embarazo con imágenes que muestran cambios en la materia gris y blanca y mejoras en la conectividad que sugieren una notable neuroplasticidad en la edad adulta.
Una mujer embarazaza con gesto sonriente

17/09/2024

El embarazo es un momento de transformación en la vida de una mujer y durante el mismo su cuerpo experimenta rápidas adaptaciones fisiológicas para prepararse para la maternidad. Esto es algo que todos sabemos, pero lo que ha permanecido como un misterio es cómo afectan al cerebro los profundos cambios hormonales que se producen. Ahora, un equipo de investigadores del laboratorio de la profesora Emily Jacobs, en la Universidad de California en Santa Bárbara, ha revelado detalles sobre este tema.

PUBLICIDAD

El grupo ha publicado en la revista Nature Neuroscience un mapa pionero del cerebro humano a lo largo de la gestación. “Queríamos observar la trayectoria de los cambios cerebrales específicamente durante el periodo gestacional”, ha explicado Laura Pritschet, autora principal del estudio. Estudios anteriores habían capturado imágenes del cerebro antes y después del embarazo, pero hasta ahora no se había observado el cerebro en plena transformación durante la gestación.

Los resultados, además de cuestionar la creencia sobre la “fragilidad de la mujer durante el embarazo”, tienen implicaciones que van más allá del estudio del cerebro femenino, aportando información relevante sobre la neuroplasticidad humana en general. Según los datos obtenidos, algunas áreas del cerebro reducen su tamaño durante el embarazo, aunque mejoran su conectividad, mientras que pocas regiones permanecen intactas durante la transición hacia la maternidad.

PUBLICIDAD

Siguiendo a una mujer que iba a ser madre por primera vez, los investigadores escanearon su cerebro cada pocas semanas, comenzando antes del embarazo y continuando hasta dos años después del parto. Los datos, obtenidos en colaboración con el equipo de Elizabeth Chrastil en UC Irvine, revelan cambios tanto en la materia gris como en la blanca a lo largo del embarazo, lo que sugiere que el cerebro tiene una notable capacidad de neuroplasticidad incluso en la edad adulta.

La precisión de las imágenes permitió captar una reorganización dinámica del cerebro con un detalle extraordinario. Este enfoque complementa estudios anteriores que comparaban los cerebros de mujeres antes y después del embarazo. “Nuestro objetivo era llenar el vacío y comprender los cambios neurobiológicos que ocurren durante el propio embarazo”, comentan los autores.

PUBLICIDAD

Cambios en la materia gris y blanca del cerebro de la embarazada

Los cambios más notables que encontraron los científicos a lo largo del tiempo fueron una disminución en el volumen de la materia gris cortical, la parte externa y arrugada del cerebro. El volumen de la materia gris disminuía a medida que aumentaba la producción de hormonas durante el embarazo. Sin embargo, esta reducción no es necesariamente negativa, según los investigadores. Podría representar una “afinación” de los circuitos cerebrales, similar a lo que sucede en los jóvenes durante la pubertad, cuando el cerebro se especializa. Es probable que el embarazo refleje otro período de refinamiento cortical.

Aunque menos evidente, otro hallazgo significativo fue el aumento en la materia blanca, ubicada más profundamente en el cerebro y responsable en gran medida de facilitar la comunicación entre diferentes regiones cerebrales. Mientras que la reducción en la materia gris persistió mucho tiempo después del parto, el incremento en la materia blanca fue transitorio, alcanzando su punto máximo en el segundo trimestre y regresando a los niveles previos al embarazo alrededor del momento del nacimiento.

Los cambios sugieren que el cerebro adulto es capaz de experimentar un período prolongado de neuroplasticidad, lo que podría facilitar las adaptaciones conductuales relacionadas con la crianza

Este tipo de efecto no se había registrado previamente con escaneos antes y después, lo que permitió a los investigadores estimar mejor lo dinámico que puede ser el cerebro en un período de tiempo relativamente corto. “El cerebro materno experimenta un cambio coreografiado durante la gestación, y finalmente podemos observar cómo se desarrolla”, comentó Jacobs. Estos cambios sugieren que el cerebro adulto es capaz de experimentar un período prolongado de neuroplasticidad, lo que podría facilitar las adaptaciones conductuales relacionadas con la crianza.

PUBLICIDAD

“Un 85% de las mujeres experimenta el embarazo una o más veces a lo largo de su vida, y alrededor de 140 millones de mujeres están embarazadas cada año”, explicó Pritschet, quien espera “desmentir el mito” de la fragilidad de las mujeres durante el embarazo. Argumentó que la neurociencia del embarazo no debería considerarse un tema de investigación menor, ya que los hallazgos de este campo profundizarán en la comprensión general del cerebro humano, incluido su proceso de envejecimiento.

El conjunto de datos disponible en acceso abierto es un punto de partida para futuros estudios que buscan entender si la magnitud o velocidad de estos cambios cerebrales pueden ofrecer pistas sobre el riesgo de depresión posparto, una condición neurológica que afecta a una de cada cinco mujeres. “Actualmente existen tratamientos aprobados por la FDA para la depresión posparto”, dijo Pritschet, “pero la detección temprana sigue siendo difícil. Cuanto más aprendamos sobre el cerebro materno, mayores posibilidades tendremos de ofrecer alivio”.

PUBLICIDAD

Eso es precisamente lo que los autores se han propuesto hacer. Con el apoyo de la Iniciativa Ann S. Bowers para la Salud Cerebral de las Mujeres, dirigida por Jacobs, su equipo está ampliando estos primeros descubrimientos a través del Proyecto del Cerebro Materno. Más mujeres y sus parejas están siendo inscritas en UC Santa Bárbara, UC Irvine y en colaboración internacional con investigadores en España.

“Expertos en neurociencia, inmunología reproductiva, proteómica e inteligencia artificial están uniéndose para aprender más que nunca sobre el cerebro materno”, explicó Jacobs. “Juntos, tenemos la oportunidad de abordar algunos de los problemas más urgentes y menos comprendidos en la salud de las mujeres”, concluye la científica.

Actualizado: 17 de septiembre de 2024

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD