El ejercicio en las primeras semanas de embarazo reduce complicaciones

Hacer ejercicio durante las primeras semanas de embarazo, concretamente de intensidad moderada a vigorosa, podría reducir el riesgo de complicaciones ya que ayuda a mejorar el control metabólico e inmunológico.
Mujer embarazada realizando ejercicio físico en sus primeros meses de embarazo

12/11/2019

Durante el embarazo las mujeres pasan por grandes cambios en su sistema inmunometabólico y endocrino, que son visibles a través de la fisiología materna. Estas alteraciones podrían provocar complicaciones en la gestación y problemas de salud tanto en la madre como en el bebé. Según los expertos, para evitarlo lo mejor es llevar un embarazo saludable, donde se incluya una alimentación variada, un nivel de estrés bajo y ejercicio físico regular, siempre adaptado y con el consentimiento de los profesionales médicos correspondientes.

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Respecto a la última de las recomendaciones, un equipo de investigadores de la Universidad de Granada (UGR) ha estudiado por primera vez cuál es la asociación entre el tiempo que 50 mujeres embarazadas –de 33 años– se mantuvieron sedentarias y los niveles de ejercicio físico, con los resultados de sus concentraciones sistémicas de marcadores lipídicos, glucémicos e inflamatorios.

Más regulación inmunometabólica en las gestantes que se ejercitan

Los resultados, que han sido publicados en el Scandinavian Journal of Medicine and Science in Sports, indicaron que aquellas gestantes que habían realizado ejercicio físico de intensidad moderada-vigorosa durante las primeras semanas de gestación tenían menores concentraciones de interferón (proteína antiviral) e interleucina 1 beta (reguladora de las respuestas inmunitarias) y mayores niveles de interleucina 8 (proinflamatoria), marcadores fisiológicos asociados con la regulación metabólica, angiogénesis –formación de vasos sanguíneos– e inflamación.

Las embarazadas que hicieron ejercicio al comienzo de su embarazo tuvieron niveles más bajos de interleucina 1 beta e interferón

En la investigación se expone que es posible modular las respuestas inmunometabólicas en las primeras semanas del embarazo –que podrían conllevar complicaciones en la salud materno-fetal– gracias a la actividad física, pues el estilo de vida que lleve la madre durante la gestación afecta directamente a su bebé. Por tanto, según explican, hacer ejercicio podría hacer que los embarazos transcurran de manera más saludable.

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Sin embargo, Francisco M. Acosta y Pedro Acosta-Manzano, principales autores del estudio, no encontraron ninguna relación entre la falta de ejercicio físico con los marcadores lipídicos y glucémicos. Aun así, subrayan la importancia de no sacar conclusiones precipitadas antes de que se realicen más investigaciones en muestras más amplias.

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Actualizado: 4 de mayo de 2023

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