El embarazo acelera el envejecimiento biológico de 2 a 3 meses en mujeres
09/04/2024
Un nuevo estudio realizado por investigadores de la Escuela de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia sugiere que la gestación podría tener un coste biológico, ya que ha revelado que cada embarazo adicional en mujeres adultas jóvenes se asocia con alrededor de 2,4 y 2,8 meses de envejecimiento biológico acelerado.
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Los resultados se han publicado en The Proceedings of National Academy of Sciences (PNAS), donde los autores explican que su estudio “examinó los costes de reproducción tanto en hombres como en mujeres jóvenes en un contexto de alta fertilidad utilizando medidas de envejecimiento biológico de última generación”.
Tras analizar los datos de 1.735 jóvenes en Filipinas (de entre 20 y 22 años) observaron que las mujeres que han estado embarazadas parecen biológicamente más viejas que aquellas que nunca han concebido. Además, las que tuvieron más embarazos mostraron signos de envejecimiento biológico más avanzados en comparación con las que tuvieron menos. Sin embargo, el número de embarazos de la pareja no se relacionó con el envejecimiento biológico en hombres de la misma edad, lo que sugiere que el embarazo o la lactancia en sí mismos podrían acelerar el envejecimiento biológico.
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Este estudio amplía hallazgos epidemiológicos previos que indican que una alta fertilidad puede tener efectos secundarios negativos en la salud y longevidad de las mujeres. Lo que no se sabía era si los costes de la reproducción se manifestaban más temprano en la vida, antes de que comenzaran a notarse el declive relacionado con la edad y las enfermedades.
Medir el impacto de la reproducción sobre el envejecimiento
Hasta ahora, uno de los desafíos había sido cuantificar el envejecimiento biológico en personas jóvenes. Este desafío se superó utilizando una serie de nuevas herramientas que emplean la metilación del ADN (DNAm) para estudiar diferentes aspectos del envejecimiento celular, la salud y el riesgo de mortalidad. Estas herramientas, conocidas como 'relojes epigenéticos', permiten a los investigadores estudiar el envejecimiento más temprano en la vida, llenando un vacío clave en el estudio del envejecimiento biológico.
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“Los relojes epigenéticos han revolucionado la forma en que estudiamos el envejecimiento biológico a lo largo de la vida y abren nuevas oportunidades para investigar cómo y cuándo se manifiestan los costes de salud a largo plazo de la reproducción y otros eventos de la vida”, ha declarado Calen Ryan, científico asociado de investigación en el Centro de Envejecimiento de Columbia y autor principal.
“Nuestros hallazgos indican que el embarazo acelera el envejecimiento biológico, y estos efectos son evidentes en mujeres jóvenes de alta fertilidad”, señaló Ryan. “Nuestros resultados también son los primeros en seguir a las mismas mujeres a lo largo del tiempo, vinculando cambios en el número de embarazos de cada mujer con cambios en su edad biológica”.
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La relación entre el historial de embarazos y la edad biológica se mantuvo incluso después de considerar varios otros factores relacionados con el envejecimiento biológico, como el estatus socioeconómico, el tabaquismo y la variación genética, pero no se observó entre los hombres de la misma muestra. Este hallazgo, señaló Ryan, apunta a algún aspecto del proceso de tener hijos –en lugar de factores socioculturales asociados con la fertilidad temprana o la actividad sexual– como un impulsor del envejecimiento biológico.
“Nuestros hallazgos resaltan los posibles impactos a largo plazo del embarazo en la salud de las mujeres y la importancia de cuidar a los nuevos padres, especialmente a las madres jóvenes”
A pesar de la naturaleza sorprendente de los hallazgos, Ryan anima a los lectores a recordar el contexto: “Muchos de los embarazos reportados en nuestra medida inicial ocurrieron durante la adolescencia tardía, cuando las mujeres aún están creciendo. Esperamos que este tipo de embarazo sea particularmente desafiante para una madre en crecimiento, especialmente si su acceso a la atención médica, recursos u otras formas de apoyo es limitado”.
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Ryan también reconoció que queda mucho trabajo por hacer, “Todavía tenemos mucho que aprender sobre el papel del embarazo y otros aspectos de la reproducción en el proceso de envejecimiento. Tampoco sabemos en qué medida el envejecimiento epigenético acelerado en estos individuos particulares se manifestará como mala salud o mortalidad décadas más tarde en la vida”.
Ryan explicó que nuestro entendimiento actual de los relojes epigenéticos y cómo predicen la salud y la mortalidad proviene en gran parte de Norteamérica y Europa, pero que el proceso de envejecimiento puede adoptar formas ligeramente diferentes en Filipinas y otros lugares del mundo. “En última instancia, creo que nuestros hallazgos resaltan los posibles impactos a largo plazo del embarazo en la salud de las mujeres y la importancia de cuidar a los nuevos padres, especialmente a las madres jóvenes”.
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Otros factores que influyen en el envejecimiento biológico tras la maternidad
Yolanda Cabello, embrióloga clínica independiente y consultora en reproducción asistida, profesora del máster en dirección Sanitaria y Gestión Clínica de la Universidad Internacional de Valencia, que no ha participado en el estudio, ha explicado en declaraciones a SMC España que “el envejecimiento depende de factores genéticos, ambientales, de estilo de vida, psicológicos y socioeconómicos. Biológicamente, el envejecimiento celular se produce por el aumento de radicales libres y la oxidación. Una dieta equilibrada rica en antioxidantes (las moléculas que neutralizan los radicales libres) podrían reducir ese estrés oxidativo y prevendría el envejecimiento prematuro”.
También recuerda que “otro estudio ya señaló algo similar. Sus conclusiones fueron que el embarazo podría afectar a la longitud de los telómeros, los cuales se acortan cuanta más edad se tiene, siendo menores los de mujeres que habían tenido algún hijo respecto a aquellas que no lo habían tenido y también que, a mayor número de hijos, todavía menor longitud de los telómeros de la madre”.
Cabello destaca varias limitaciones en el estudio: “En primer lugar, tanto el análisis transversal como el longitudinal se centraron en participantes relativamente jóvenes durante un período corto de tiempo. En segundo lugar, el estudio acota las medidas al esfuerzo que supone el estado de gravidez, pero muchos de los cambios metabólicos, fisiológicos e inmunológicos asociados con el embarazo coinciden con los que acompañan al envejecimiento, por lo que se cree que la lactancia y el cuidado parental también contribuyen a los costes a largo plazo de la reproducción. Por último, no se pueden vincular los marcadores epigenéticos de la edad biológica con la morbilidad y la mortalidad en edades superiores de la población del estudio”.
Y añade: “Aunque se ha dicho que el efecto de envejecimiento biológico ejercido por el embarazo supuestamente podría revertirse parcialmente después de haber dado a luz, se debería estudiar si la falta de sueño, la falta de autocuidado típica del puerperio, o los cambios fisiológicos y psicológicos de la maternidad en sí misma, podrían acelerar el envejecimiento también a través de los mismos relojes epigenéticos”.
“En mi opinión, se deberían hacer más estudios en poblaciones diferentes y en otros grupos de edad, ya que, lamentablemente, la edad reproductiva real de nuestro país y en general, es muy superior a la población del estudio. También me queda la duda de si un embarazo que acaba en aborto, tanto espontáneo como provocado, aumentaría ese envejecimiento y si sería proporcional a las semanas de gestación cuando este ocurriera”. “Esperemos que este tipo de estudios no afecten la decisión de tener hijos, en una sociedad tan preocupada por mantenerse joven y atractiva, ya que estamos viviendo una de las peores épocas en cuanto a tasas de natalidad se refieren”, concluye la experta.
Actualizado: 9 de abril de 2024