El parto por cesárea puede influir en la flora intestinal del bebé
23/09/2019
Nacer por cesárea o por parto vaginal condiciona la composición de la flora intestinal del bebé, según un estudio publicado en la revista Nature, que demuestra que las bacterias intestinales de los niños nacidos por parto vaginal proceden del intestino su madre, y son diferentes a las de los nacidos por cesárea. En este caso, un 30% de sus bacterias procede del ambiente hospitalario, y son potencialmente más peligrosas al ser más resistentes a los antibióticos.
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La investigación realizada en el Instituto Wellcome Sanger, de la Universidad Global de Londres y de la Universidad de Birmingham (Reino Unido) también encontró que cuando los bebés llegaban al año de edad, esas diferencias desaparecen. Para realizar el estudio –el mayor hasta ahora sobre la microbiota del recién nacido– se analizaron 1679 muestras de bacterias intestinales de 596 bebés sanos nacidos por cesárea o por parto vaginal, y de 175 madres. También se tomaron muestras fecales de los bebés a los cuatro, siete y 21 días de su nacimiento, y a algunos de ellos se les hizo el seguimiento hasta que cumplieron el primer año de edad.
Un 30% de las bacterias intestinales de los bebés que nacen por cesárea procede del ambiente hospitalario, y son potencialmente más peligrosas al ser más resistentes a los antibióticos
Con la secuenciación de ADN y el análisis genómico, los investigadores pudieron descubrir que los bebés nacidos por parto natural tenían más bacterias intestinales asociadas a la salud de sus madres que los nacidos por cesárea. El 80% de los nacidos por este procedimiento presentaban microorganismos asociados al entorno hospitalario, mientras que solo el 50% de los nacidos por vía vaginal cuentan con estas bacterias.
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En el parto vaginal el bebé adquiere bacterias del intestino materno
El estudio también ha demostrado que las bacterias que colonizan el intestino de los bebés nacidos por parto natural proceden del intestino de la madre y no de su vagina, como se pensaba hasta ahora. Incluso se comprobó que el número de bacterias vaginales en los neonatos eran muy similares, independientemente de la forma de nacer.
Esto pone en entredicho una práctica que está en experimentación desde hace algunos años, la siembra vaginal o microbirthing, que consiste en limpiar a los neonatos nacidos por cesárea en sus dos primeros minutos de vida con una gasa incubada en la vagina de la madre una hora antes del parto, para transferir los microorganismos maternos.
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Investigaciones previas ya expusieron que cuando el recién nacido pasa por el canal del parto recibe de su madre millones de bacterias que colonizan su organismo. De esta forma, el inmaduro sistema inmunitario del pequeño empieza a reconocer cuáles son los gérmenes beneficiosos para su salud. Aún se desconoce cómo estas bacterias intestinales influyen en la futura salud del niño y cuál es su papel exacto, pero algunos estudios han relacionado la falta de exposición a estos microorganismos con enfermedades autoinmunes como el asma, las alergias y la diabetes.
Los investigadores consideran que aún se necesita realizar más estudios para descubrir si esas diferencias en la microbiota de los niños tienen implicaciones en su salud. También aclaran que, a pesar de los resultados de este estudio, la cesárea es un procedimiento que ayuda a salvar vidas.
Actualizado: 4 de mayo de 2023