El tipo de sutura del cerclaje cervical, clave en su eficacia

El tipo de sutura del cerclaje cervical puede causar más problemas que beneficios, según un estudio que revela que el cerclaje con monofilamento es más eficaz para prevenir el parto prematuro, y evitar infección vaginal.
Mujer embarazada en la consulta de su médico

El cerclaje cervical se emplea para reducir el riesgo de que una mujer con el cuello uterino corto o débil, o incompetencia cervical, tenga un parto prematuro.

La técnica conocida como cerclaje cervical se emplea para reducir el riesgo de que una mujer con el cuello uterino corto o débil, o incompetencia cervical, tenga un parto prematuro; sin embargo, dependiendo del tipo de sutura empleada para realizar la técnica, ésta podría generar más problemas que beneficios -tres veces más riesgo de mortinato, y casi el doble de parto prematuro-, según ha revelado un estudio en el que han participado 678 gestantes a las que se sometió a dicho procedimiento.

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El cerclaje cervical es una intervención preventiva que se realiza con frecuencia a las mujeres con un cuello uterino corto o débil, y que consiste en suturar el cuello del útero para que permanezca cerrado y así el feto esté más tiempo en el interior del útero. Para realizar el procedimiento se emplean dos tipos de material de sutura: el monofilamento y el multifilamento trenzado, que suele ser el preferido por los cirujanos porque es más fuerte y manejable.

La sutura trenzada, por ser de mayor tamaño, favorece el desarrollo de ciertas bacterias, e impide el de especies de Lactobacillus que son claves para que la microbiota vaginal se mantenga saludable

Los resultados de la nueva investigación, que se han publicado en Science Traslational of Medicine, indican que el cerclaje cervical puede alterar la flora de la vagina, causar inflamación, incrementar el riesgo de infección vaginal y adelantar el parto, por lo que el tipo de sutura es clave para su eficacia. Los investigadores descubrieron que de las 678 embarazadas, aquellas a las que se les practicó un cerclaje cervical con sutura trenzada tuvieron tres veces más posibilidades de sufrir un parto inviable y casi el doble de probabilidades de que su parto fuese prematuro, en comparación con las que fueron tratadas con una sutura con monofilamento.

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Las conclusiones de estos expertos fueron que la sutura trenzada, por ser de mayor tamaño, favorece el desarrollo de ciertas bacterias, e impide el de especies de Lactobacillus que son claves para que la microbiota vaginal se mantenga saludable. El cerclaje con monofilamento, por el contrario, apenas afecta a la microbiota de la vagina ni provoca inflamación, y los autores del trabajo estiman que si se sustituye la sutura trenzada por la sutura con monofilamento se pueden evitar alrededor del 170.000 partos prematuros y 172.000 muertes fetales cada año en el mundo.

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Actualizado: 8 de marzo de 2022

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