Hallan un nuevo biomarcador para diagnosticar diabetes gestacional
03/05/2017
Medir una sola vez el plasma glicosilado CD59 (GCD59) en las semanas 24-28 de embarazo permite detectar con una elevada sensibilidad y especificidad a las mujeres que no han superado la prueba de glucosa y a aquellas que presentan diabetes gestacional, tal y como ha descubierto un grupo de investigadores del Brigham and Women’s Hospital (BWH), en Boston (EE.UU).
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Los resultados del estudio que ha identificado este nuevo biomarcador, y que se han publicado en Diabetes Care, también asociaron los niveles plasmáticos de GCD59 con las probabilidades de que el tamaño del bebé fuera grande para su edad gestacional, algo que puede tener consecuencias negativas como un parto prematuro o por cesárea, lesiones en el feto, o mortalidad perinatal, entre otras.
En la actualidad el diagnóstico de la diabetes gestacional –una complicación del embarazo que representa un factor de riesgo para desarrollar preeclampsia e hipertensión gestacional– se basa en realizar el test de O’Sullivan en las semanas 24-28 de la gestación. Si la embarazada no supera la prueba, es necesario que se someta a nuevas pruebas más prolongadas y molestas para medir su tolerancia a la glucosa.
El valor medio plasmático de GCD59 era 8,5 veces superior en las mujeres que no habían superado la prueba de estimulación con glucosa en comparación con las del grupo control
Los investigadores realizaron un estudio caso-control de mil gestantes que recibían atención prenatal estándar en el Brigham and Women’s Hospital, la mitad de las cuales tenían un resultado oral en la prueba de glucosa (grupo control), mientras que las otras 500 habían fallado en dicha prueba, por lo que tuvieron que someterse a un test de tolerancia oral posterior a la glucosa.
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Niveles altos de GCD59 se asociaron a más riesgo de macrosomía fetal
El valor medio plasmático de GCD59 era 8,5 veces superior en las mujeres que no habían superado la prueba de estimulación con glucosa en comparación con las del grupo control, y diez veces mayor en el subgrupo de estas pacientes que además cumplían los criterios para el diagnóstico de diabetes gestacional en la prueba oral de tolerancia a la glucosa.
Además, los autores del trabajo también observaron que los niveles plasmáticos más elevados de GCD59 en las semanas 24-28 de embarazo se asociaban con mayor prevalencia de recién nacidos grandes para su edad gestacional. De hecho, cuanto mayor eran estos niveles, más aumentaba el riesgo de macrosomía fetal (4% más riesgo en las embarazadas en el cuartil más bajo de los niveles plasmáticos de GCD59, y 14% en el cuartil más alto).
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Jose Halperin, principal autor del estudio y director del Laboratorio de Hematología para la Investigación Traslacional en BWH, ha explicado que sus hallazgos sugieren que una medición única de plasma GCD59 en las semanas 24-28 de embarazo, no solo es muy útil y fiable para identificar a las mujeres con diabetes gestacional, sino que también permitiría detectar el riesgo de que den a luz a bebés más grandes, por lo que, si se confirman sus resultados, esperan que la prueba GCD59 pueda estar disponible en los próximos años.
Actualizado: 2 de octubre de 2017