La calidad del semen disminuye a largo plazo tras padecer COVID leve
27/06/2023
Tres años de pandemia y millones de personas infectadas por el coronavirus SARS-CoV-2 han proporcionado una ingente cantidad de datos para que los científicos investiguen sobre esta enfermedad infecciosa y sus secuelas a largo plazo, lo que se conoce como COVID persistente o prolongado y que se caracteriza por diversidad de síntomas que experimentan con mayor o menor intensidad muchas personas tras pasar la infección.
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Muchos órganos y sistemas del cuerpo se han visto afectados por este virus, incluso después de que el paciente superase la enfermedad inicial, y ahora un nuevo estudio ha analizado cómo ha influido el COVID-19 en las concentraciones y la calidad del esperma de los hombres tras sufrir una infección leve por coronavirus y cuando ya había pasado el tiempo suficiente –tres meses en este caso– para que se hubiera producido semen nuevo.
Los resultados se han presentado en la 39ª reunión anual de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (ESHRE) y muestran que más de tres meses después de sufrir una infección leve por COVID, los hombres tienen concentraciones de esperma más bajas y menos espermatozoides que pueden nadar de los que se observaba en muestras anteriores a la enfermedad.
La mitad de los hombres tenían recuentos totales de espermatozoides que eran un 57% más bajos después del COVID en comparación con sus muestras anteriores al COVID
La profesora Rocío Núñez Calonge, embrióloga, directora científica del Grupo Internacional UR y profesora en el Máster de Reproducción de la Universidad Complutense y Sociedad Española de Fertilidad, ha declarado que después de un promedio de 100 días tras la infección por SARS-CoV-2, no parecía haber una mejora en la calidad y concentración de los espermatozoides, a pesar de que se habría producido esperma nuevo en ese tiempo.
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En declaraciones a SMC España, la profesora Núñez Calonge ha explicado: “Varios estudios demuestran la repercusión de SARS-CoV-2 en la salud de varones infectados frente a controles fértiles y el efecto negativo en los parámetros de semen. Sin embargo, existen pocos trabajos que estudien el efecto de la COVID-19 en muestras de semen de pacientes antes y después de haber pasado la infección, en varones con una infección leve, así como el resultado a largo plazo. En la mayoría de los trabajos se asume que, si el virus afecta al testículo, y por tanto a la producción de espermatozoides, una vez que ha transcurrido un ciclo de espermatogénesis (formación de los espermatozoides), que dura aproximadamente 70 días, se producirá la normalización de los parámetros seminales”.
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“Supusimos que la calidad del semen mejoraría una vez que se generaran nuevos espermatozoides, pero no fue así. No sabemos cuánto tiempo puede llevar la restauración de la calidad del semen y puede ser que el COVID haya causado un daño permanente, incluso en hombres que sufrieron solo una infección leve”, ha advertido la experta durante la exposición de los resultados del estudio en ESHRE.
La motilidad y el conteo total de espermatozoides, los más afectados
La profesora Núñez Calonge y sus colegas observaron que la calidad del semen de algunos hombres que acudían a clínicas en España para un tratamiento de reproducción asistida era peor después de la infección por COVID que antes de la infección, aunque se habían recuperado y la infección que habían sufrido había sido leve, y por ello decidieron investigar si el COVID había influido en la bajada de calidad.
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“Dado que se necesitan aproximadamente 78 días para crear nuevos espermatozoides, parecía apropiado evaluar la calidad del semen al menos tres meses después de la recuperación de COVID”, dijo Núñez Calonge. Entre febrero de 2020 y octubre de 2022, los investigadores reclutaron para el estudio a 45 hombres que asistían a seis clínicas reproductivas en España. Todos tenían un diagnóstico confirmado de COVID leve y las clínicas tenían datos de análisis de muestras de semen tomadas antes de que los hombres se infectaran.
Se tomó otra muestra de semen entre los días 17 y 516 después de la infección. La edad promedio de los varones fue de 31 años, y la cantidad de tiempo transcurrido entre las muestras anteriores y posteriores a la COVID fue una mediana de 238 días. Los investigadores analizaron todas las muestras tomadas hasta 100 días después de la infección y luego analizaron un subconjunto de muestras tomadas más de 100 días después.
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Encontraron una diferencia estadísticamente significativa en el volumen de semen (un 20% menos de 2,5 a 2 mililitros), la concentración de espermatozoides (un 26,5% menos de 68 a 50 millones por ml de eyaculación), el conteo de espermatozoides (un 37,5% menos de 160 a 100 millones por mililitro de semen), motilidad total, es decir, ser capaz de moverse y nadar hacia adelante (un 9,1% menos, del 49% al 45%) y el número de espermatozoides vivos (un 5% menos, del 80% al 76%).
Los parámetros más afectados fueron la motilidad y el conteo total de espermatozoides, según ha señalado la profesora Núñez-Calonge. La mitad de los hombres tenían recuentos totales de espermatozoides que eran un 57% más bajos después del COVID en comparación con sus muestras anteriores al COVID. La forma de los espermatozoides no se vio significativamente afectada.
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Cuando los investigadores observaron al grupo de hombres que proporcionaron una muestra más de 100 días después de la COVID, descubrieron que la concentración y la motilidad de los espermatozoides seguían sin haber mejorado a pesar del tiempo transcurrido. “El efecto continuo de la infección por COVID en la calidad del semen en este último período puede ser causado por un daño permanente debido al virus, incluso en una infección leve. Creemos que los médicos deben ser conscientes de los efectos dañinos del virus SARS-CoV-2 en la fertilidad masculina. Es especialmente interesante que esta disminución de la calidad del semen se produzca en pacientes con infección leve por COVID, lo que significa que el virus puede afectar a la fertilidad masculina sin que los hombres presenten ningún síntoma clínico de la enfermedad”, ha afirmado Núñez Calonge.
Fertilidad masculina afectada de forma temporal o permanente
Se sabe que el virus SARS-CoV-2 puede afectar los testículos y los espermatozoides, pero aún se desconoce el mecanismo. La profesora Núñez Calonge dice que la inflamación y el daño al sistema inmunológico que se observa en pacientes con COVID prolongado podrían estar involucrados. “El proceso inflamatorio puede destruir las células germinales al infiltrarse en los glóbulos blancos involucrados en el sistema inmunitario y reducir los niveles de testosterona al afectar las células intersticiales que producen la hormona masculina”, dijo.
“Cabe mencionar que el deterioro de los parámetros del semen puede no deberse a un efecto directo del virus SARS-CoV-2. Es probable que haya factores adicionales que contribuyan a la disminución de los parámetros del semen a largo plazo, pero cuya identidad se desconoce actualmente. Además, no medimos los niveles hormonales en este estudio: se informaron previamente cambios intensos en la testosterona, un factor clave involucrado en la salud reproductiva masculina, en pacientes masculinos infectados con COVID”.
“Estos dos hallazgos, la afectación de la calidad de semen en varones que han sufrido una infección leve por covid-19, y que esos efectos pueden ser a largo plazo, tienen una gran importancia a la hora de considerar la salud reproductiva masculina. Aunque son necesarios más estudios para conocer los mecanismos por los cuales se induce este daño y permanece en el tiempo, se debe estudiar a estos pacientes que han sufrido la infección, sobre todo los que tienen deseo reproductivo”, concluye Núñez Calonge en declaraciones a SMC España.
El presidente de ESHRE, el profesor Carlos Calhaz-Jorge del Centro Hospitalario del Norte de Lisboa y del Hospital de Santa María de Lisboa (Portugal), que no ha participado en esta investigación, opina: “Esta es una investigación interesante de la profesora Núñez-Calonge y sus colegas y muestra la importancia del seguimiento a largo plazo de la fertilidad de los pacientes tras una infección por COVID, incluso si es una infección leve. Sin embargo, es importante señalar que la calidad del semen en estos pacientes después de una infección por COVID todavía se encuentra dentro de los criterios de la Organización Mundial de la Salud para semen y esperma ‘normales’. Por lo tanto, no está claro si estas reducciones en la calidad del semen tras la infección por COVID se traducirán en un deterioro de la fertilidad y esto debería ser objeto de futuras investigaciones”.
El Dr. Ying Cheong, Profesor de Medicina Reproductiva de la Universidad de Southampton, ha explicado en declaraciones a Science Medica Center que Núñez Calonge y sus colegas “concluyen que los parámetros de los espermatozoides son más pobres después de la infección y el tiempo de recuperación puede ser superior a 100 días”, aunque en su opinión: “Los resultados deben interpretarse con cautela, ya que el período de recolección de esperma posterior al COVID no se estandarizó y varió de 17 a 516 días”.
Actualizado: 27 de junio de 2023