Las posibilidades de sufrir un ictus se incrementan con el embarazo
02/08/2011
El porcentaje de accidentes cerebrovasculares o ictus en las mujeres durante el embarazo o en el posparto inmediato se ha incrementado significativamente en los doce últimos años, según los datos de un estudio que ha publicado 'Stroke', una revista de la American Heart Association.
Los autores de la investigación emplearon información que extrajeron de una gran base de datos nacional, en la que se habían recopilado entre cinco y ocho millones de registros procedentes de mil hospitales. Esto les permitió comparar el número de casos de ictus que se habían producido entre 1994 y 2007 en mujeres embarazadas, en las que estaban de parto, y en las que acababan de tener un bebé, y comprobaron que los ingresos hospitalarios a causa de accidentes cerebrovasculares asociados al embarazo pasaron de 4.085 en 1994 a 6.293 en 2007, lo que supone un incremento del 54% en este periodo.
Los ingresos hospitalarios a causa de accidentes cerebrovasculares asociados al embarazo pasaron de 4.085 en 1994 a 6.293 en 2007, lo que supone un incremento del 54%
Los científicos observaron, además, que las mujeres que tuvieron que ser hospitalizadas debido a un derrame cerebral por lo general tenían la tensión arterial alta. En 1994, el 11,3% de estas pacientes tenían la presión arterial alta antes del parto, esta cifra se elevaba hasta el 23,4% de las que estaban en o cerca del parto, y llegaba a un 27,8% en aquellas que se encontraban en las 12 semanas posteriores al parto.
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En 2007, las cifras de presión arterial alta entre las pacientes con accidente cerebrovascular habían aumentado y se situaban en un 17% de las gestantes, un 28,5% de las que estaban en o cerca del parto, y en un 40,9% de las que se encontraban en el periodo de puerperio.
La autora principal del estudio, la doctora Lena V. Kuklina, epidemióloga en el Center for Disease Control and Prevention's Division (del Heart Disease and Stroke Prevention) en Atlanta, está sorprendida por el alarmante aumento de accidentes cerebrovasculares en este colectivo, y se mostró partidaria de realizar nuevos estudios al respecto.
La experta atribuye el espectacular aumento de este trastorno a que cada vez hay más mujeres que ya tienen algún tipo de factor de riesgo para el accidente cerebrovascular antes de quedarse embarazadas, como pueden ser la obesidad, diabetes, la hipertensión crónica, o algún tipo de trastorno cardiaco de origen congénito. Como además el embarazo es también un factor de riesgo, si una mujer presenta previamente una de las afecciones mencionadas, las posibilidades de ictus se duplican.
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Una dificultad con la que se encuentran los médicos a la hora de abordar este problema es que no cuentan con suficiente información sobre los medicamentos más apropiados para las gestantes con factores de riesgo para sufrir un ictus, debido a que no se incluye a mujeres embarazadas en los ensayos clínicos para proteger al feto de los posibles efectos adversos de los fármacos.
Por ello, Kuklina afirma que lo ideal es comenzar el embarazo con una buena salud cardiovascular, evitando los factores de riesgo antes de la concepción, y aboga por que se elabore un plan integral y multidisciplinario que establezca una serie de medidas para ayudar a los médicos y a las pacientes a controlar adecuadamente el embarazo y el periodo del posparto para prevenir el riesgo aumentado de accidente cerebrovascular.
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Fuente: EUROPA PRESS
Actualizado: 20 de mayo de 2020