Los prematuros tienen más riesgo de sufrir problemas mentales
22/03/2017
En las últimas décadas se está estudiando mucho la relación entre los nacimientos prematuros y determinados desórdenes mentales en la infancia, la adolescencia y la adultez. Así, por ejemplo, una investigación llevada a cabo en Dinamarca en 2006 constató que los niños nacidos entre las semanas 34 y la 36 de embarazo tenían cerca de un 70% más probabilidades de padecer hiperactividad. Otro estudio, realizado en Suecia en 2012, vinculaba los nacimientos prematuros con mayor riesgo de psicosis, trastorno bipolar y depresión cuando esos niños llegaban a adultos.
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Y, ahora, un estudio llevado a cabo por científicos de la universidad finlandesa de Helsinki, y publicado por la revista Pediatrics, incide en las conclusiones de esas investigaciones previas, al volver a relacionar el hecho de haber venido al mundo de forma prematura con una mayor probabilidad de sufrir patologías mentales en la edad adulta.
Los adultos que habían nacido prematuramente y con bajo peso presentaban mayores tasas de depresión y ansiedad
Para llegar a estas conclusiones, los científicos finlandeses analizaron datos de investigaciones anteriores para incluir en total a casi 750 personas que habían nacido prematuramente, y a otras más de 1.500 que lo hicieron a término. Al comparar sus casos clínicos, los investigadores comprobaron que los adultos que habían sido bebés prematuros nacidos con bajo peso, presentaban mayores tasas de depresión y ansiedad, y más problemas de socialización, que los nacidos entre las semanas 37 y 42 de embarazo.
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Según los autores del estudio, sus hallazgos apoyan la opinión, cada vez más extendida en círculos científicos, de que el nacimiento prematuro de los bebés constituye un factor de vulnerabilidad temprana que tiene consecuencias negativas sobre esos niños cuando llegan a la edad adulta.
Estos expertos, sin embargo, reconocen las limitaciones de su investigación debido a que no disponían de datos sobre la salud mental de los adultos durante su niñez y su adolescencia, y porque el estudio se basó en la percepción que tenían los pacientes, un dato que no tiene la misma fiabilidad que la que puedan aportar los registros médicos o clínicos elaborados por profesionales sanitarios.
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Actualizado: 4 de mayo de 2023