Posible vínculo entre el autismo y la presencia de litio en el agua potable
12/04/2023
El litio natural presente en el agua potable podría aumentar las probabilidades de desarrollar autismo, ya que un nuevo estudio ha encontrado que las embarazadas que tomaban agua con niveles más elevados de este metal tenían un riesgo moderadamente mayor de que sus hijos fueran diagnosticados con un trastorno del espectro autista (TEA).
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La investigación podría ser la primera que ha identificado el litio natural que se encuentra en el agua potable como un potencial factor de riesgo ambiental del autismo, pero no muestra una relación causal entre el consumo del líquido y el trastorno, sino solo una posible asociación entra la exposición en el útero materno al litio y el diagnóstico de autismo, según han señalado los investigadores de la Escuela de Salud Pública de Yale y UCLA Health que han realizado el estudio.
El litio es uno de los metales naturales que se encuentran en el agua y algunas investigaciones han indicado que podría influir sobre una vía molecular clave que interviene en el neurodesarrollo y el autismo, ha señalado la Dra. Beate Ritz, profesora de neurología en la Escuela de Medicina David Geffen en UCLA, profesora de epidemiología y salud ambiental en la Escuela Fielding de Salud Pública de UCLA y autora principal del estudio, que se ha publicado en JAMA Pediatrics.
“Cualquier contaminante del agua potable que pueda afectar el desarrollo fetal requiere un análisis exhaustivo y actualmente los niveles de litio en el agua potable no se controlan de forma rutinaria”
Algunos compuestos del litio se emplean como tratamiento para la depresión y el trastorno bipolar porque tienen un efecto estabilizador del estado de ánimo, pero hay datos que relacionan el consumo de litio por las embarazadas con más riesgo de sufrir un aborto espontáneo o de que el bebé nazca con anomalías congénitas o defectos cardíacos, por lo que existe controversia sobre la seguridad de tomar estos medicamentos durante el embarazo.
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“Este estudio es importante porque investigaciones anteriores han demostrado que la ingesta crónica y en dosis bajas de litio al beber puede influir en la aparición de trastornos neuropsiquiátricos de inicio en adultos, pero ningún estudio ha evaluado si el litio del agua potable consumida por mujeres embarazadas afecta el neurodesarrollo de sus hijos”, afirma Zeyan Liew, profesor asistente de epidemiología (salud ambiental) en la Escuela de Salud Pública de Yale y primer autor del estudio, que añade: “Cualquier contaminante del agua potable que pueda afectar el desarrollo fetal requiere un análisis exhaustivo”. “Actualmente, los niveles de litio en el agua potable no se controlan de forma rutinaria”.
Riesgos de la contaminación por litio para la salud
Los investigadores de Yale y UCLA colaboraron con colegas de Dinamarca y analizaron los datos del registro médico de toda la población de este país y los niveles de litio en 151 obras públicas de agua en Dinamarca, que constituyen el suministro de agua para alrededor de la mitad de la población del país. Usaron información del registro civil para conocer las direcciones de los hogares de las mujeres en el momento de la gestación para identificar qué obras de abastecimiento de agua abastecían sus casas.
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También utilizaron una base de datos nacional de pacientes con trastornos psiquiátricos para identificar a los niños que nacieron entre 1997 y 2013 y compararon 12.799 que habían sido diagnosticados con autismo con 63.681 niños que no tenían un diagnóstico de autismo. Estos científicos tuvieron en cuenta las características de las madres, algunos factores socioeconómicos y la exposición a la contaminación del aire, por ser aspectos que se han relacionado con un mayor riesgo de autismo en los niños.
Comprobaron que a medida que se incrementaban los niveles de litio también aumentaban las probabilidades de un diagnóstico de autismo. En comparación con el cuartil más bajo de los niveles de litio registrados –aquellos en el percentil 25–, los niveles de litio en el segundo y tercer cuartiles se asociaron con un riesgo de autismo entre un 24% y un 26% mayor. En el cuartil más alto, el riesgo fue un 46 % más elevado en comparación con el cuartil más bajo. La asociación entre los niveles de litio y el riesgo de autismo era algo mayor en aquellos que residían en zonas urbanas en comparación con pueblos más pequeños y áreas rurales.
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Nicole Deziel, profesora asociada de epidemiología (ciencias de la salud ambiental) en YSPH y experta en contaminantes ambientales que no ha participado en el estudio, ha explicado que los hallazgos tienen implicaciones relevantes: “Ha habido un crecimiento sustancial en el uso comercial del litio como componente fundamental de las baterías para dispositivos electrónicos móviles y vehículos eléctricos”. “La mala gestión de los desechos de la extracción de litio o la eliminación inadecuada de productos que contienen litio podrían aumentar la contaminación de los suministros de agua potable”.
“A medida que nos alejamos de los combustibles fósiles para frenar el cambio climático, debemos adoptar nuevas tecnologías de manera responsable, para no crear nuevos peligros ambientales para la salud. Comprender los impactos potenciales del litio en la salud pública es importante para las poblaciones expuestas ahora y para ayudar a informar una transición energética responsable”, concluye.
Actualizado: 21 de abril de 2023