Ser madre a partir de los 40 aumenta el riesgo de ictus
26/02/2016
Quedarse embarazada a partir de los 40 años aumenta las probabilidades de presentar determinadas complicaciones del embarazo como hipertensión gestacional o diabetes gestacional pero, además, también se incrementa el riesgo de sufrir ictus e infarto a largo plazo en comparación con las mujeres que fueron madres más jóvenes, según revelan los resultados de una nueva investigación, que se han presentado en la Conferencia Internacional de Ictus 2016.
El riesgo de isquemia cerebral –el tipo de ictus más frecuente– pasaba del 2,4 al 3,8% en las madres añosas, mientras que la hemorragia cerebral aumentaba del 0,5 al 1%, y el ataque al corazón del 2,5 al 3%
Los investigadores analizaron los datos de 72.221 mujeres con edades comprendidas entre los 50 y los 79 años, incluidas en el Women’s Health Initiative Study, uno de los estudios sobre salud femenina más importantes de Estados Unidos. Entre estas mujeres 3.306 habían tenido un embarazo a los 40 años o más, y se compararon sus tasas de ictus, ataques cardiacos y muertes por enfermedades cardiovasculares durante los 12 años siguientes con las de las mujeres que habían estado embarazadas cuando eran más jóvenes.
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El riesgo de isquemia cerebral –el tipo de ictus más frecuente– pasaba del 2,4 al 3,8% en las madres añosas, mientras que la hemorragia cerebral aumentaba del 0,5 al 1%, el ataque al corazón del 2,5 al 3%, y el fallecimiento por cualquier tipo de patología cardiovascular se incrementaba del 2,3 al 3,9%. Los autores del trabajo observaron que factores de riesgo que contribuyen al desarrollo de enfermedad cardiovascular como diabetes, hipertensión, e hipercolesterolemia explicaban en parte por qué las mujeres que habían experimentado la maternidad de forma tardía eran más propensas a padecer estos problemas de salud, excepto en el caso de hemorragia cerebral, trastorno para el que los científicos no encontraron respuesta.
Adnan I. Qureshi, director del Zeenat Qureshi Stroke Institute en St. Cloud (Minnesota, EE. UU.), ha destacado la importancia de estos hallazgos, teniendo en cuenta que en la actualidad cada vez es más habitual que las mujeres retrasen la maternidad hasta los 40 años o más, y que tanto ellas como sus médicos deben adoptar medidas para mejorar su salud cardiovascular, y controlar los factores de riesgo incluso años después del parto para prevenir el ictus y otros accidentes cardiovasculares.
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Actualizado: 30 de agosto de 2017