Vinculan la cesárea electiva con el asma en la infancia
11/10/2016
En los últimos años es frecuente oír hablar de mujeres que optan por cesáreas electivas, es decir, por intervenciones que se realizan de forma voluntaria y programada sin que haya motivo médico alguno que justifique la realización de dicha operación para el nacimiento del bebé. Los motivos esgrimidos suelen ser de índole totalmente personal, y no existe evidencia científica que justifique esta forma de parto como la mejor opción ni para el hijo, ni para la madre.
PUBLICIDAD
En este sentido, durante el primer Congreso Internacional de la Sociedad Respiratoria Europea, celebrado en Londres a principios de septiembre, hemos podido conocer un dato a tener en cuenta a la hora de optar por una cesárea por elección propia: los partos que se llevan a cabo a través de cesárea electiva pueden incrementar el riesgo de que el niño desarrolle asma a largo plazo.
Existen dos estudios, ambos presentados en 2015, que conducirían a dicha conclusión. El primero, realizado por los investigadores mexicanos Manuel Antonio Baeza-Bacab y Ricardo de Jesús Chan-Noh, expone que la cesárea, tanto de urgencia como electiva, incrementaría hasta en 1,3 veces las posibilidades de asma durante la etapa escolar en comparación con el nacimiento por vía vaginal. El segundo, realizado por expertos de la Facultad de Medicina de Cardiff (Reino Unido), se centra en bebés nacidos a término, y expone que el riesgo de desarrollar asma fue mayor en los niños que habían nacido mediante parto por cesárea electiva que en los que habían venido al mundo por parto vaginal, tanto espontáneo como programado, o por cesárea urgente.
Pese a que no se ha encontrado una razón causal entre la cesárea por elección y el asma durante la infancia, hay estudios que sí encuentran una asociación entre ambos factores
El motivo, explicado durante el Congreso por la doctora e investigadora Franca Rusconi, del Hospital de Niños Meyer (Florencia), parece encontrarse para los científicos no solo en la realización de la propia intervención, sino también en la etapa del embarazo en la que se produce la cesárea, y que suele establecerse entre las semanas 37 y 39 de gestación para las cesáreas electivas y no de urgencia. Esto es especialmente relevante si se compara con los bebés nacidos a término por parto vaginal natural entre las semanas 39 y 42, que presentan menos síntomas respiratorios y un uso menor de la atención de salud durante la infancia.
PUBLICIDAD
A pesar de los resultados de ambos estudios, la predisposición a una mejor o peor salud respiratoria a largo plazo sigue estando poco clara, ya que los autores no pueden confirmar que ésta sea una patología causal, al intervenir en el asma otros factores como la alimentación de la madre durante el embarazo, la falta de lactancia materna, o el estilo de vida del niño. No obstante, son conclusiones que conviene tener en cuenta a la hora de optar por una cesárea cuando ésta no es necesaria.
Cesárea como herramienta, no como rutina
La cesárea puede ser una herramienta imprescindible para salvar vidas. Sin embargo, los expertos insisten en que se trata de una intervención y, como tal, no está exenta de riesgos, por lo que deberían realizarse únicamente cuando son estrictamente necesarias, y no como rutina médica o como elección. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece desde hace más de 30 años que la tasa idónea de cesáreas no debería sobrepasar el 15%, una cifra que dista mucho de la realidad actual a nivel mundial, especialmente en los países desarrollados.
PUBLICIDAD
Actualizado: 4 de mayo de 2023