Criarse en el campo con mascotas mejora la respuesta inmune al estrés

Los niños que pasan su infancia y parte de su adolescencia, hasta los 15 años, en el campo con animales tienen menos posibilidades de tener depresión, el estrés postraumático y otros problemas psiquiátricos, además de fortalecer el sistema inmunitario frente a otras enfermedades, como consecuencia de una desarrollar una mayor tolerancia o mejor afrontamiento del estrés psicosocial. Así se ha publicado en un estudio realizado por miembros de la Universidad de Ulm (Alemania) y de la Universidad de Colorado en Boulder (EE.UU.).

La investigación, publicada en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, se realizó en una muestra de 40 hombres sanos que fueron sometidos a unas pruebas de estrés. Esas pruebas consistían en fijarles un número inusual, por ejemplo 2482, y hacerles ir restando otro valor inusual a esa cifra, por ejemplo 16. Mientras realizaban el test, se les midió los niveles de estrés en la saliva, la presión sanguínea y el ritmo cardiaco, además se les hizo un análisis de sangre para comprobar su cantidad de interleuquina 6 (IL-6), la proteína del sistema inmunológico.

Los niveles de interleuquina 6, la proteína del sistema inmunológico, era más baja en las personas que crecieron en ambientes rurales y con mascotas

Los resultados fueron que las personas que habían crecido en un ambiente rural y conviviendo con mascotas presentaban una mejor resistencia al estrés psicosocial que los que habían pasado su infancia en ciudades de más de 100.000 habitantes y sin animales de compañía. Además, los pertenecientes al primer grupo tenían niveles de IL-6 en sangre más bajos que los de las zonas urbanas, lo que supone menos ansiedad y estrés.

La hipótesis de la higiene

Vivir en un ambiente libre de la masificación de los coches y en contacto con animales también hizo que se tuviera un mejor sistema inmunitario, lo que se conoce como la hipótesis de la higiene, que no es más que la frase “lo que no te mata, te hace más fuerte”.

Estar en contacto con bacterias y otros microorganismos hacen que nuestro organismo se proteja fortaleciendo las defensas, por lo que parece corroborarse la idea de un experimento anterior hecho en ratones, que vacunó a los animales con agentes microbianos y que observaron una mejora en su protección frente a diversas enfermedades. Aun así, se necesitan más estudios, con muchas más personas y más analíticos, para poder sacar una conclusión final sobre el tema.