Detectan coronavirus por primera vez en un animal silvestre en libertad
15/12/2020
El coronavirus se ha detectado por primera vez en un animal salvaje en libertad, en concreto en un visón americano silvestre, según ha comunicado la Sociedad Internacional de Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos. El animal infectado ha sido localizado en el estado de Utah, donde se ha llevado a cambo una campaña de análisis de animales salvajes en el entorno de granjas de visones donde se hubieran producido brotes de coronavirus antes del 30 de octubre.
De hecho, el contagio podría haberse producido al entrar este animal en contacto directo con otros ejemplares de granjas, ya que se ha comprobado que la secuencia genética del virus de este visón salvaje es indistinguible de las obtenidas en la instalación peletera más próxima, lo que sugiere un contagio directo, y la transmisión del SARS-CoV-2 entre visones de granja ya se ha confirmado en otros lugares, como en Dinamarca, donde miles de ellos han sido sacrificados.
Los animales susceptibles al SARS-CoV-2 se podrían convertir en un reservorio del virus, lo que “podría suponer un riesgo continuo para la salud pública y dar lugar a futuros episodios de propagación a las personas”
Thomas DeLiberto, subdirector del Centro Nacional de Investigación de la Fauna Silvestre en Fort Collins (EE.UU.), ha declarado que es la primera vez que se confirma una infección en un animal salvaje en libertad –ya se había detectado en algunos de zoológicos–, pero ha asegurado que “actualmente no hay evidencias de que el SARS-CoV-2 esté circulando o se haya establecido en las poblaciones silvestres en el entorno de las granjas de visones infectadas”. Su equipo tampoco ha encontrado la infección en ninguna de las otras muestras que han tomado a diferentes animales de varias especies.
El peligro del salto del SARS-CoV-2 entre humanos y animales
La Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) ya advirtió hace un mes del peligro que supone que los animales susceptibles a contraer la infección por SARS-CoV-2 se conviertan en un reservorio de coronavirus. Según esta institución internacional esto “podría suponer un riesgo continuo para la salud pública y dar lugar a futuros episodios de propagación a las personas”.
La organización también ha mostrado su “preocupación” ante la posibilidad de que los saltos del coronavirus de humanos a visones y viceversa —que ya se han detectado en granjas de Dinamarca— faciliten mutaciones del virus que incrementen su capacidad de propagación o la gravedad de la infección.
“La introducción del virus en nuevas especies animales podría acelerar su evolución, lo que podría tener un impacto potencial en las estrategias de vigilancia y de control”
Aunque todavía no se ha identificado la vía por la que el nuevo coronavirus llegó a los seres humanos, la OIE recuerda que la principal hipótesis es que el SARS-CoV-2, emparentado con familias de coronavirus que llevan décadas en los murciélagos, tuvo un origen animal.
La pandemia por COVID-19 se sigue extendiendo por la transmisión entre personas, aunque también se han detectado infecciones anecdóticas en animales domésticos o de zoos, como gatos, perros, hurones, tigres, leones y pumas y, como alerta la OIE, “la introducción del virus en nuevas especies animales podría acelerar su evolución, lo que podría tener un impacto potencial en las estrategias de vigilancia y de control”.
Actualizado: 5 de mayo de 2023