Perros labradores y los humanos compartimos genes asociados a la obesidad

Identifican genes vinculados a la obesidad en los perros labrador que también tenemos los humanos y señalan que aunque estos factores genéticos influyen en el apetito y la ganancia de peso sus efectos se podrían contrarrestar con dieta y ejercicio.
Perro labrador arropado y tumbado en un sofá junto a cubo de palomitas y mando tv

07/03/2025

La obesidad se debe a diversas causas y factores de riesgo, pero también existe una predisposición genética y un equipo de científicos de la Universidad de Cambridge1 que estudia a los perros labradores retriever británicos ha identificado un gran número de genes que se asocian con la obesidad canina y ha comprobado que estos genes también se relacionan con la obesidad en los humanos.

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Han descubierto, en concreto, que el gen canino más vinculado al exceso de peso en los perros labradores se denomina DENND1B. Los humanos también somos portadores de este gen y encontraron que también está vinculado con la obesidad en las personas y que afecta directamente a una vía cerebral responsable de regular el equilibrio energético en el cuerpo, llamada vía leptina-melanocortina. Los resultados se han publicado en la revista Science2.

Además, mapearon directamente en genes humanos otros cuatro genes asociados con la obesidad canina, pero que ejercen un efecto menor que el DENND1B. "Estos genes no son objetivos obvios de inmediato para los fármacos para adelgazar, porque controlan otros procesos biológicos clave del organismo en los que no se debería interferir. Pero los resultados ponen de relieve la importancia de las vías cerebrales fundamentales para controlar el apetito y el peso corporal", ha señalado Alyce McClellan, del Departamento de Fisiología, Desarrollo y Neurociencia de la Universidad de Cambridge y coautora principal del informe, en una nota publicada por la universidad.

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"Descubrimos que los perros con alto riesgo genético de obesidad estaban más interesados en la comida", dijo Natalie Wallis del Departamento de Fisiología, Desarrollo y Neurociencia de la Universidad de Cambridge y primera autora conjunta del informe. "Medimos cuánto molestaban los perros a sus dueños para que les dieran comida y si eran quisquillosos con la comida. Los perros con alto riesgo genético de obesidad mostraron signos de tener un mayor apetito, como también se ha demostrado en personas con alto riesgo genético de obesidad", ha añadido.

La epidemia de obesidad se ha extendido a los perros domésticos 

El estudio reveló que los dueños que controlaban estrictamente la dieta y el ejercicio de sus perros lograban evitar que se volvieran obesos, incluso en el caso de los que tenían un alto riesgo genético para el sobrepeso. Sin embargo, para conseguirlo necesitaron dedicar mucha más atención y esfuerzo al cuidado de sus mascotas.

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De manera similar, las personas con alto riesgo genético de desarrollar obesidad no necesariamente se volverán obesas si siguen una dieta estricta y practican ejercicio con regularidad, pero son más propensas a aumentar de peso. Al igual que sucede con la obesidad humana, ningún gen determinó si los perros eran propensos a la obesidad, sino que el efecto neto de múltiples variantes genéticas determinó si los animales tenían un riesgo alto o bajo.

"El estudio de los perros nos mostró algo muy importante: los dueños de perros delgados no son moralmente superiores. Lo mismo sucede con las personas delgadas. Si tienes un alto riesgo genético de obesidad, cuando hay mucha comida disponible eres propenso a comer en exceso y ganar peso a menos que hagas un gran esfuerzo para evitarlo", dijo la Dra. Eleanor Raffan, investigadora del Departamento de Fisiología, Desarrollo y Neurociencia de la Universidad de Cambridge que dirigió el estudio.

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"Estudiando a los perros podríamos medir su deseo de comida de forma independiente del control que ejercen los dueños sobre la dieta y el ejercicio de sus perros. En los estudios con seres humanos, es más difícil estudiar cómo el apetito impulsado genéticamente requiere una mayor fuerza de voluntad para mantenerse delgado, ya que ambos factores afectan a la misma persona".

"Este trabajo demuestra lo similares que son genéticamente los perros a los humanos y supone un gran avance en la comprensión de cómo nuestro propio cerebro controla nuestra conducta alimentaria y el uso de energía"

La actual epidemia de obesidad humana se refleja en una epidemia de obesidad canina. Entre el 40 y el 60% de los perros domésticos tienen sobrepeso o son obesos, lo que puede provocar una serie de problemas de salud. Los perros son un buen modelo para estudiar la obesidad humana porque se vuelven obesos a causa de influencias ambientales similares a las que afectan a los humanos y, debido a que los perros dentro de una raza determinada tienen un alto grado de similitud genética, sus genes pueden vincularse más fácilmente a las enfermedades.

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Los investigadores reclutaron a dueños de perros como mascotas, midieron su grasa corporal, puntuaron su "glotonería" y tomaron una muestra de saliva para analizar el ADN. Luego analizaron la genética de cada perro. Al comparar el estado de obesidad del perro con su ADN, pudieron identificar los genes vinculados a la obesidad canina. Observaron que los perros portadores de la variante genética más asociada con la obesidad, DENND1B, tenían alrededor de un 8% más de grasa corporal que aquellos que no la presentaban.

Los investigadores examinaron luego si los genes que habían identificado eran relevantes para la obesidad humana. Analizaron estudios de gran población y cohortes de pacientes con obesidad grave de aparición temprana en los que se sospecha que cambios genéticos únicos causan el aumento de peso.

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Los investigadores dicen que los dueños pueden mantener a sus perros distraídos del hambre constante distribuyendo cada ración diaria de comida, por ejemplo, utilizando comederos tipo rompecabezas o esparciendo la comida por el jardín para que tarde más en comer, o eligiendo una composición de nutrientes más satisfactoria para sus mascotas.

"Este trabajo demuestra lo similares que son genéticamente los perros a los humanos. Estudiar a los perros nos permitió centrarnos en este gen en particular, lo que ha supuesto un gran avance en la comprensión de cómo nuestro propio cerebro controla nuestra conducta alimentaria y el uso de energía", concluye Raffan.

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  • 1
    «Scientists Identify Genes That Make Humans and Labradors More Likely to Become Obese». University of Cambridge, American Association for the Advancement of Science (AAAS), 2025, https://www.cam.ac.uk/research/news/scientists-identify-genes-that-make-humans-and-labradors-more-likely-to-become-obese.
  • 2
    Natalie J. Wallis, Alyce McClellan, Alexander Mörseburg, Katherine A. Kentistou, y Aqfan Jamaluddin. «Canine Genome-Wide Association Study Identifies DENND1B As an Obesity Gene in Dogs and Humans». Science, American Association for the Advancement of Science (AAAS), 2025, doi:10.1126/science.ads2145.

Actualizado: 7 de marzo de 2025

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