Descubren un nuevo fármaco para perder peso y calorías sin provocar náuseas

Identifican una nueva terapia que permite reducir el apetito y aumentar la quema de calorías sin provocar náuseas ni pérdida de masa muscular, un avance que puede revolucionar el mercado de fármacos para bajar de peso para pacientes con obesidad y diabetes tipo 2.
Mujer obesa midiendo el perímetro de su cintura

18/11/2024

Cada vez hay más personas que se someten a un tratamiento médico para combatir la obesidad y actualmente millones de personas con este problema de salud reciben fármacos como Wegovy y Ozempic, que han demostrado ser eficaces para la pérdida de peso, pero que conllevan la aparición de náuseas y vómitos como efecto secundario, lo que lleva a muchos pacientes a abandonar el tratamiento.

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Ahora, investigadores de la Universidad de Copenhague han desarrollado un prometedor fármaco experimental que reduce el apetito sin causar náuseas ni pérdida de masa muscular y que, a diferencia de las actuales terapias, actúa incrementando el gasto energético del cuerpo; es decir, la capacidad del organismo para quemar calorías.

“Si bien las terapias basadas en GLP-1 han revolucionado la atención de los pacientes con obesidad y diabetes tipo 2, aprovechar de forma segura el gasto de energía y controlar el apetito sin náuseas siguen siendo dos santos griales en este ámbito”, ha declarado el profesor asociado Zach Gerhart-Hines, del Centro de Investigación Básica en Metabolismo de la Fundación NNF de la Universidad de Copenhague en una nota publicada por este centro.

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“Al abordar estas necesidades, creemos que nuestro descubrimiento impulsará los enfoques actuales para hacer que tratamientos más tolerables y eficaces sean accesibles para millones de personas más”, añade el experto. El nuevo objetivo terapéutico es el receptor de neuroquinina 2 (NK2R) y también aborda otra limitación clave de los tratamientos basados ​​en la hormona GLP-1, ya que estos son menos eficaces para facilitar la pérdida de peso en pacientes con obesidad y diabetes tipo 2, un grupo que supera los millones de personas.

“Si bien no está claro exactamente por qué las personas con obesidad y diabetes tipo 2 pierden menos peso que las personas con obesidad, la necesidad de mejorar el tratamiento para estos pacientes es obvia. Aquí es donde creemos que el agonismo del NK2R podría tener un impacto significativo”, aseguran los investigadores, que han publicado sus hallazgos en Nature.

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Mayor gasto energético y menos apetito

El peso corporal depende del equilibrio entre la energía consumida y la gastada. Comer más y quemar menos conduce a un aumento de peso, mientras que consumir menos calorías y quemar más provoca una pérdida de peso. Los medicamentos actuales se basan en reducir el apetito para disminuir la ingestión de calorías, pero los científicos han identificado el potencial de aumentar el gasto calórico como una estrategia complementaria.

Esta vía resulta especialmente relevante porque investigaciones recientes sugieren que nuestro cuerpo quema menos calorías en reposo que hace algunas décadas. Sin embargo, todavía no existen tratamientos clínicamente aprobados que incrementen el gasto energético de manera segura, y solo hay unas pocas opciones en desarrollo.

"La activación del receptor NK2R no solo aumentó de forma segura la quema de calorías, sino que también redujo el apetito sin ningún signo de náuseas”

“Este fue el punto de partida cuando decidimos probar el efecto de la activación del NK2R en ratones. Identificamos el receptor a través de exámenes genéticos que sugirieron que NK2R desempeñaba un papel en el mantenimiento del equilibrio energético y el control de la glucosa. La activación del receptor no solo aumentó de forma segura la quema de calorías, sino que también redujo el apetito sin ningún signo de náuseas”.

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El estudio ha sido realizado en ratones y primates no humanos y constituye un importante avance hacia la aplicación clínica, ya que los investigadores han señalado que las pruebas en humanos podrían comenzar en los próximos dos años, y el tratamiento podría estar disponible en cinco años.

“El descubrimiento podría dar como resultado la próxima generación de terapias farmacológicas que proporcionen tratamientos más eficaces y tolerables para los casi 400 millones de personas en todo el mundo que viven con diabetes tipo 2 y obesidad”, concluye Zach Gerhart-Hines.

Actualizado: 18 de noviembre de 2024

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