El abuso de antiácidos se asocia a déficit vitamínico
12/12/2013
El abuso o uso prolongado –todos los días durante dos o más años– de medicamentos antiácidos, que habitualmente se emplean en el tratamiento del reflujo gastroesofágico o para proteger el estómago cuando se toman fármacos agresivos, está asociado con un déficit de vitamina B12, una carencia que puede causar desde anemia a problemas neurológicos.
Un análisis realizado por Kaiser Permanente, una organización que ofrece servicios de salud en Estados Unidos, y que se ha publicado en Journal of the American Medical Association, ha revelado que las personas que durante dos o más años habían consumido un medicamento inhibidor de la bomba de protones –como el omeprazol u otros protectores gástricos o antiulcerosos– tenían hasta un 65% más riesgo de que sus niveles de vitamina B12 fuesen bajos, en comparación con aquellos que no habían tomado estos fármacos durante tanto tiempo.
Para llegar a esta conclusión los investigadores analizaron a 25.956 pacientes a los que se les había diagnosticado un déficit de vitamina B12, y los compararon con 184.199 personas que no tenían esta carencia. El seguimiento se realizó entre los años 1997 y 2011.
El uso diario y prolongado de fármacos inhibidores de la bomba de protones o antagonistas de los receptores H2 de la histamina aumentan el riesgo de sufrir un déficit de vitamina B12
Los científicos comprobaron la exposición de todas estas personas a medicamentos inhibidores de la bomba de protones y a antagonistas de los receptores H2 de la histamina –como la ranitidina y la famotidina–, y observaron que las personas que habían tomado regularmente el segundo grupo de fármacos también tenían hasta un 25% más probabilidades de presentar un déficit de vitamina B12.
Según los resultados del estudio, tomar 1,5 comprimidos diarios se relaciona con un riesgo un 95% mayor de sufrir esta deficiencia vitamínica, en comparación con una ingesta de 0,7 píldoras al día.
Los expertos señalan que estos medicamentos son seguros si se utilizan correctamente, y que el problema está en utilizarlo a dosis altas y durante un tiempo prolongado. Por ello, insisten en que las personas no se automediquen, y aconsejan que en el caso de pacientes con trastornos como reflujo gastroesofágico o esófago de Barret, que necesitan un control continuado de la secreción ácida, la dosis prescrita se baje tan pronto como sea posible, y se realicen descansos en el tratamiento para que se recupere la absorción de vitamina B12.
Actualizado: 31 de agosto de 2020