El fármaco Paxlovid puede ayudar a reducir síntomas de COVID persistente

Muchas personas siguen experimentando un gran número de síntomas después de haber superado la infección por coronavirus SARS-CoV-2. Esto se conoce como COVID persistente y en algunos casos interfiere significativamente en las actividades cotidianas de los afectados. Por ello, los científicos continúan investigando posibles tratamientos que alivien su malestar. Ahora, un estudio realizado por investigadores de la UC San Francisco sugiere que la administración prolongada del medicamento antiviral Paxlovid puede ayudar a algunos de los que luchan con síntomas debilitantes.

Estos resultados se han publicado en Communications Medicine y contradicen las investigaciones recientes que no han logrado demostrar que el antiviral pueda aliviar los síntomas persistentes de la enfermedad. Por ello, los autores han señalado que es necesario realizar más estudios para identificar a los pacientes que pueden beneficiarse del medicamento y determinar durante cuánto tiempo se debe administrar.

Millones de personas en todo el mundo padecen COVID persistente y experimentan síntomas durante meses o incluso años después de su infección inicial por SARS-CoV-2, que van desde confusión mental y dolor de cabeza, hasta dificultades respiratorias y problemas cardiovasculares. "Llevamos cinco años de pandemia y todavía no hay ningún tratamiento aprobado a nivel federal para la COVID prolongada", ha declarado en una nota publicada por la UCSF Alison Cohen, profesora adjunta de epidemiología y bioestadística en la UCSF y primera autora del artículo. "No es una panacea, pero puede ayudar a mucha gente de manera significativa".

Un tratamiento del COVID persistente con diversos resultados 

En junio, un ensayo clínico controlado aleatorio de un tratamiento de 15 días con nirmatrelvir/ritonavir, la combinación de fármacos comercializada como Paxlovid, concluyó que era seguro, aunque no aliviaba los síntomas prolongados del COVID-19. Los investigadores señalaron que es posible que investigaciones futuras muestren beneficios para personas con síntomas específicos o con diferentes dosis.

El equipo de la UCSF colaboró con pacientes con COVID persistente, algunos de los cuales son miembros del Patient-Led Research Collaborative, un grupo de personas con COVID prolongado y otras enfermedades crónicas asociadas que también son investigadores. Los investigadores analizaron en detalle lo que sucedió cuando las personas siguieron un tratamiento más prolongado con Paxlovid para ver si podría funcionar en personas con síntomas específicos, o en diferentes momentos de su enfermedad.

También examinaron las experiencias de personas que contrajeron distintas cepas del SARS-CoV-2. Encontraron que cinco de los 13 pacientes del estudio experimentaron mejoras sostenidas de sus síntomas. Otros experimentaron alivios temporales, mientras que algunos no experimentaron ninguna mejora. La duración del tratamiento varió, pero muchos tomaron Paxlovid durante 15 días.

Por ejemplo, un hombre de 56 años que desarrolló COVID persistente al comienzo de la pandemia sufrió durante más de dos años fatiga, dolores de cabeza, fotosensibilidad, confusión mental, intolerancia al ejercicio, frecuencia cardíaca elevada y dolor en las articulaciones. Tomó Paxlovid durante cinco días en septiembre de 2022 sin que se produjeran cambios en sus síntomas. Tres meses después, lo tomó durante 15 días e informó de que tanto sus síntomas cognitivos como físicos habían mejorado.

Y una mujer de 45 años que desarrolló COVID-19 persistente en enero de 2022 experimentó fatiga, dificultades respiratorias, dolor en el pecho, pérdida de peso y migrañas durante meses después de su infección. Un tratamiento de cinco días con Paxlovid en octubre de 2022 alivió sus síntomas durante tres días, pero cuando el mes siguiente tomó un tratamiento de 15 días, esto no afectó a sus síntomas en absoluto.

Aunque hay más de 200 síntomas atribuidos al COVID persistente, sigue siendo difícil de definir, diagnosticar o tratar. Los investigadores todavía intentan comprender los mecanismos biológicos que subyacen al trastorno, y la UCSF ha puesto en marcha el primer banco de tejidos de COVID prolongada del mundo.

"Si algo hemos aprendido en los últimos cuatro años es que el COVID persistente es complejo, y averiguar por qué algunas personas se benefician tanto del tratamiento antiviral, mientras que otras no, es una de las preguntas más importantes en este campo", dijo el coautor del estudio, el Dr. Michael Peluso, investigador principal del programa de investigación de la COVID prolongada de la UCSF e investigador de enfermedades infecciosas en la Facultad de Medicina de la UCSF. "Vamos a tener que aceptar esa complejidad para obtener respuestas para los millones de personas que padecen esta afección", concluye.