El metoprolol protege al corazón durante y después de un infarto
14/10/2020
El metropolol es un fármaco betabloqueante que se lleva utilizando más de cuatro décadas en la práctica clínica para tratar la hipertensión arterial, las arritmias o la angina de pecho. Ahora, un estudio español ha confirmado que posee unas extraordinarias propiedades cardioprotectoras y que su empleo podría disminuir significativamente muchas de las secuelas que afectan a las personas que han sufrido un infarto de miocardio, ya que evita la inflamación del corazón tras este evento.
La investigación que ha demostrado la capacidad de este antiguo medicamento –que apenas cuesta dos euros– para proteger la salud cardiaca ha sido llevada a cabo por científicos del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Cardiovasculares (CIBERCV).
El efecto cardioprotector del metoprolol se debe a su capacidad para bloquear a los neutrófilos e impedir que se infiltren en el corazón infartado
En 2013 ya se comprobó que la administración muy precoz de metoprolol durante un infarto reducía el daño en el corazón y sus secuelas en el ensayo clínico METOCARD-CNIC, liderado y coordinado desde CNIC. Y un estudio de 2017 realizado por el mismo equipo y publicado en Nature Communications demostró que el efecto cardioprotector del fármaco se debía a su capacidad de bloquear a los neutrófilos –células inflamatorias que se activan para eliminar a los patógenos durante las infecciones– e impedir que se infiltren en el corazón infartado.
Metropolol: un cardioprotector más eficaz que otros betabloqueantes
En el nuevo trabajo, realizado en modelos animales (ratón) y publicado en la revista European Heart Journal, los investigadores han demostrado que las propiedades cardioprotectoras del metoprolol no son compartidas por otros fármacos de la familia de los betabloqueantes que habitualmente se usan en la práctica clínica y se administran por vía intravenosa, como atenolol y propranol.
Agustín Clemente, farmacéutico, investigador predoctoral del CNIC y primer firmante del artículo, ha explicado que los resultados del estudio “revisan y refinan la farmacoterpia cardiovascular, y subrayan la necesidad de no sobreentender los fármacos de una misma clase como idénticos en términos de actividad e indicación clínica”.
El daño asociado a la activación exagerada de los neutrófilos contribuye al daño del órgano, como puede suceder en la sepsis, e incluso en el COVID-19
Además, en la investigación también se analizó el efecto que tenían los distintos betabloqueantes en otros modelos de enfermedad aguda inflamatoria, como la peritonitis o el daño pulmonar, y los investigadores afirman que en todos los casos el metroprolol constituyó el único betabloqueante capaz de disminuir el daño que los neutrófilos hiperactivados infligían a los órganos. Por ello, los hallazgos también indican que el daño asociado a la activación exagerada de los neutrófilos contribuye al daño del órgano, como puede suceder en la sepsis, e incluso en el COVID-19.
El Dr. Borja Ibáñez, cardiólogo del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, jefe del Departamento de Investigación Clínica de CNIC y jefe de grupo en el CIBERCV, y líder del estudio, sus resultados demuestran que el metoprolol tiene propiedades cardioprotectoras únicas, y suponen “un cambio de paradigma en el campo de la cardiología y en el tratamiento del infarto agudo de miocardio”.
Fuente: Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz-Grupo Quirónsalud
Actualizado: 5 de mayo de 2023