España financiará empagliflozina para tratar la enfermedad renal crónica

Empagliflozina, comercializado como Jardiance®, es un medicamento que ya se empleaba en el tratamiento de la diabetes tipo 2 y la insuficiencia cardíaca crónica, y en ambos casos estaba financiado por el sistema sanitario en España. El Ministerio de Sanidad ha aprobado ahora la financiación de empaglifozina para el tratamiento de adultos con enfermedad renal crónica (ERC), según ha anunciado la Alianza Boehringer Ingelheim y Lilly.

Se estima que la enfermedad renal crónica afecta a uno de cada siete adultos en España, alcanzando una prevalencia de entre el 9 y el 15%, según datos de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG). La ERC es asintomática en sus fases iniciales, por lo que dos de cada tres pacientes no han sido diagnosticados, a pesar de que la disfunción de los riñones se puede detectar con dos sencillas pruebas: un análisis de sangre que permite comprobar la eficacia con que los riñones filtran la sangre, y un análisis de orina para determinar los niveles de albúmina, como la creatinina.

La ERC duplica el riesgo de hospitalización y es una de las principales causas de muerte en todo el mundo. En España, atender las fases más avanzadas de la enfermedad renal crónica supone casi el 3% del gasto sanitario del sistema público de salud y el 4% de la atención especializada hospitalaria. Empaglifozina ha demostrado reducir el riesgo de progresión de la enfermedad renal o muerte cardiovascular, así como el riesgo de hospitalización por cualquier causa.

Jardiance ya había sido recomendado por el Comité de Medicamentos de Uso Humano de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) para el tratamiento de adultos con enfermedad renal crónica en la Unión Europea, después de que un ensayo clínico que incluyó a 6.609 adultos con ERC y una amplia variedad de causas subyacentes y comorbilidades demostrara un “beneficio renal y cardiovascular significativo en adultos con ERC, ya que redujo el riesgo relativo de progresión de la enfermedad renal o muerte por causas cardiovasculares en un 28% en comparación con placebo”.

Mejorar la calidad de vida y el pronóstico de pacientes con enfermedad renal

La calidad de vida de los pacientes con enfermedad renal crónica disminuye significativamente en las fases avanzadas de la enfermedad, sobre todo a causa de los síntomas que experimentan y a la carga de los tratamientos, como la diálisis. La depresión afecta hasta un tercio de la población renal diagnosticada en general y su diagnóstico es más frecuente en las personas con enfermedad renal avanzada.

“El diagnóstico precoz de la enfermedad renal crónica es una intervención adecuada y coste eficaz para el Sistema Nacional de Salud. Aunque nos referimos a una enfermedad silente, conocemos los factores de riesgo que aumentan la probabilidad de su desarrollo. Este enfoque precoz puede reducir el riesgo de deterioro de la función renal, fracaso renal y hospitalizaciones”, ha señalado el Dr. José Luis Górriz, jefe de Servicio de Nefrología del Hospital Clínico Universitario de Valencia.

“Estamos orgullosos de poder ampliar esta alternativa terapéutica ahora financiada para adultos con ERC en riesgo de progresión. Las hospitalizaciones representan de un tercio a la mitad de los costes totales de asistencia médica para las personas con ERC. Nuestro compromiso primordial es mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes, y ahora les brindamos una opción terapéutica financiada adicional para abordar su enfermedad renal crónica”, ha señalado Oscar Ibarra, director de la franquicia de enfermedades cardio renal metabólicas en Boehringer Ingelheim.

“El diagnóstico precoz de la enfermedad renal crónica es una intervención adecuada y coste eficaz porque puede reducir el riesgo de deterioro de la función renal, fracaso renal y hospitalizaciones”

“Nos sentimos muy satisfechos de poder ofrecer esta nueva alternativa terapéutica financiada para las personas con enfermedad renal crónica, que les va a permitir mejorar su pronóstico. Esta noticia es especialmente relevante debido al impacto significativo que la fase terminal tiene en la vida diaria de quienes la padecen. Para ello, el diagnóstico temprano, en fases iniciales, es crucial para evitar que la condición avance. Con esta nueva opción terapéutica financiada, no solo buscamos mejorar la calidad de vida de los pacientes, sino también proporcionarles una esperanza renovada y la posibilidad de un futuro más saludable”, ha afirmado Teresa Millán Rusillo, responsable de Asuntos Corporativos de Lilly.

“Se nos presenta la oportunidad de potenciar la detección precoz de la enfermedad renal crónica y elevar la calidad de la atención a los pacientes desde los primeros indicios. Este enfoque proactivo nos capacita para abordar las brechas en el conocimiento sobre la ERC y promover una respuesta más efectiva ante los síntomas incipientes por parte de los profesionales de la salud. Al identificarla en sus primeras etapas, podemos evitar retrasos en el diagnóstico, lo que a su vez contribuye a preservar la función renal”, concluye la Dra. Flora López Simarro, Médico de familia (Barcelona).