Europa no autoriza el esperado fármaco contra el alzhéimer lecanemab
29/07/2024
El Comité de Medicamentos de Uso Humano (CHMP) de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) ha emitido una opinión desfavorable respecto a la solicitud de autorización de lecanemab (Leqembi) para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer, por considerar que los beneficios observados al administrar este medicamento sobre el retraso del deterioro cognitivo no superan los riesgos de efectos secundarios graves, que incluyen anomalías en imágenes relacionadas con el amiloide (ARIA), como inflamación y posibles hemorragias cerebrales, que pueden ser fatales. Incluso un estudio publicado en Neurology en mayo de 2023 relacionaba su uso con una pérdida acelerada de volumen cerebral.
Lecanemab es un fármaco desarrollado por Biogen y Eisai que se administra por vía intravenosa y que el 6 de julio del año pasado recibió la aprobación definitiva de la Agencia Americana del Medicamento (FDA) en Estados Unidos, que inicialmente lo había aprobado de forma acelerada. La agencia concluyó que las pruebas de su eficacia clínica eran suficientes para su comercialización. Este medicamento está aprobado para fases iniciales de deterioro cognitivo o demencia con presencia confirmada de patología beta amiloide.
Los resultados de eficacia clínica del ensayo pivotal de fase III Clarity AD, publicados en The New England Journal of Medicine, muestran que la administración del medicamento cada 15 días puede ralentizar el deterioro cognitivo en un 27% a los 18 meses de tratamiento. Este dato representa una reducción significativa en el grado de empeoramiento en comparación con el placebo. Además, el medicamento reduce de manera notable los depósitos de amiloide, en un 50% tras un año de tratamiento.
Actualmente la demencia afecta a alrededor de 55 millones de personas en todo el mundo y el alzhéimer es el tipo de demencia más prevalente, ya que representa entre el 60 y el 70% de los casos. Se espera que los casos sigan aumentando y por ello es tan importante encontrar terapias que eviten su aparición o retrasen el deterioro cognitivo y la discapacidad asociados. Lecanemab forma parte de los nuevos medicamentos dirigidos a eliminar las placas de beta amiloide ya aprobados en Estados Unidos.
Donanemab (Kisunla) es otro fármaco contra el alzhéimer similar desarrollado por Lilly que también cuenta con la autorización definitiva de la FDA y que está indicado para su administración mensual por vía intravenosa en los pacientes en etapas tempranas de la demencia y con confirmación de la presencia de beta amiloide. Este fármaco también puede causar efectos secundarios graves como inflamación del cerebro y pequeños derrames cerebrales.
La decisión de la Agencia Europea del Medicamento ha generado polémica
Varios expertos han expresado su opinión sobre la decisión de la EMA de no autorizar este nuevo tratamiento para el alzhéimer precoz en declaraciones a SMC España. “El ensayo clínico de fase III de lecanemab demostró que hace lo que se supone que debe hacer: reduce el amiloide tóxico en el cerebro y ralentiza el deterioro cognitivo. Desde el punto de vista científico, se trataba de un importante paso adelante. Sin embargo, la magnitud del efecto fue modesta, a lo que se sumaron importantes efectos secundarios, como inflamación y hemorragias cerebrales que provocaron la muerte de algunas personas”, ha señalado Tara Spires-Jones, presidenta de la Asociación Británica de Neurociencia, directora del Centro para el Descubrimiento de las Ciencias del Cerebro de la Universidad de Edimburgo y jefa de Grupo del Instituto de Investigación de la Demencia del Reino Unido en Edimburgo Reino Unido).
“La decisión de la EMA será una decepción para muchos, pero hay razones para mantener la esperanza. Lecanemab ha demostrado que es posible ralentizar la progresión de la enfermedad y la investigación funciona. Ahora tenemos que redoblar nuestros esfuerzos para descubrir tratamientos nuevos y más seguros. Científicos de todo el mundo están abordando esta cuestión desde distintos ángulos: desde detener el desplazamiento de las proteínas tóxicas 'tau' por el cerebro hasta proteger las sinapsis, que permiten que las neuronas se comuniquen. Cada descubrimiento nos acerca a nuevos y mejores tratamientos”, añade.
“La anomalía en las imágenes que se observa en los pacientes tratados suele ser asintomática o presentar solo pequeños dolores de cabeza como síntomas, pero ocasionalmente se asocia a hemorragias cerebrales”
Por su parte, John Hardy, catedrático de Neurociencia y jefe de grupo en el Instituto de Investigación sobre la Demencia del Reino Unido, University College de Londres, ha señalado en declaraciones al mismo medio: “Tengo que decir que estoy decepcionado por la decisión de no conceder una licencia a lecanemab para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer. La EMA (a diferencia de la FDA) ha considerado que el riesgo de ARIA [Anomalías de imagen relacionadas con el amiloide] supera el beneficio clínico. La anomalía en las imágenes que se observa en los pacientes tratados suele ser asintomática o presentar solo pequeños dolores de cabeza como síntomas, pero ocasionalmente se asocia a hemorragias cerebrales”.
“La cuestión de si el indudable beneficio estadístico del tratamiento merece la pena frente al riesgo de efectos secundarios graves, aunque poco frecuentes, es siempre difícil con cualquier tratamiento y, en esta ocasión, la EMA en Europa y la FDA en EE.UU. han llegado a conclusiones diferentes cuando se les han presentado datos similares. Estoy seguro de que ahora veremos a personas ricas con enfermedad de Alzheimer en fase inicial volar a EE.UU. o a otras jurisdicciones para recibir tratamiento. Supongo que esta decisión se revisará a medida que los médicos estadounidenses y otros profesionales recopilen e informen sobre la experiencia real con los tratamientos con lecanemab y dononemab (muy similares)”, agrega.
Por su parte, Mercè Boada Rovira, neuróloga y directora médica de Ace Alzheimer Center Barcelona ha declarado a SMC España: “Hoy la EMA ha tomado la decisión de no registrar Leqembi™ en la UE. Esta decisión conlleva dos grandes preocupaciones, tanto para la comunidad clínica, médica y asistencial, como para la investigadora. Los pacientes de Europa estarán discriminados, no tendrán las mismas opciones y oportunidades que los pacientes de otros países. Y a nivel de investigación y de inversión en investigación, Europa también quedará en segundo lugar”.
“Volveremos a pasar el desierto. Estaremos en plena sequía, otra vez. Y esto redundará en la calidad de pacientes y familiares, en la capacidad de investigación de los investigadores españoles y de los clínicos y en sí empobrecerá todo nuestro sistema sanitario al no tener oportunidad de recoger datos, del mundo real (real world evidence) para entender, para mejorar y para cambiar frecuencia-dosis de nuevos productos que pueden aparecer y de invertir. De invertir sobre todo en la investigación de tratamientos mucho más eficaces que este, indudablemente, en beneficio de nuestros ciudadanos”.
“Este es el posicionamiento de Fundación Ace, del departamento clínico y del departamento de investigación, que lamentamos esta decisión de la EMA”.
Actualizado: 29 de julio de 2024