Fármacos para adelgazar reducen la respuesta inflamatoria del cerebro
21/12/2023
Los nuevos fármacos que ayudan a adelgazar a los pacientes con obesidad o sobrepeso, como Ozempic, Wegovy o Mounjaro, y que se desarrollaron inicialmente para tratar la diabetes tipo 2 porque mejoran los niveles de glucosa y la resistencia a la insulina han sido elegidos por la revista Science como el mejor avance de 2023. La semaglutida –principio activo de Ozempic y Wegovy– replica la acción de la hormona humana GLP-1, que se libera tras la ingesta de alimentos y genera saciedad y estimula la liberación de insulina.
Más allá de la revolución que suponen frente al sobrepeso, algunos estudios han encontrado que estos nuevos fármacos adelgazantes también tienen otros beneficios para la salud, como reducir el riesgo cardiovascular o el de algunos tipos de cáncer. Y ahora, una nueva investigación ha revelado que también tienen el potencial de actuar en el cerebro para reducir la inflamación en todo el organismo. Los resultados, que se han publicado en Cell Metabolism, se han obtenido a partir de pruebas realizadas en modelos animales en las que, más allá de la pérdida de peso, se observaron efectos antiinflamatorios.
La nueva investigación ha sido supervisada por el doctor Daniel Drucker en la Universidad de Toronto (Canadá) y ha revelado que estos medicamentos pueden tener un significativo impacto en la prevención de patologías cardiovasculares, e incluso en trastornos neurodegenerativos, como el alzhéimer y el párkinson, que están relacionadas con procesos inflamatorios.
En el nuevo estudio que ha llevado a cabo el equipo del Dr. Drucker en el Lunenfeld-Tanenbaum Research Institute (LTRI), que forma parte del sistema de salud Sinai Health, se analizó la relación entre la ingesta de estos fármacos y la reducción de la inflamación. Los investigadores han descubierto una red inmunitaria intestino-cerebro que controla la inflamación en todo el cuerpo e influye sobre la salud de los órganos, un hallazgo prometedor para comprender y tratar las enfermedades metabólicas.
Un eje GLP-1-cerebro-inmune controla la inflamación en todo el cuerpo
Los primeros trabajos del Dr. Drucker sobre la hormona GLP-1 proporcionaron una comprensión de cómo funciona a nivel molecular y han contribuido al desarrollo de numerosos medicamentos para la diabetes, entre ellos Ozempic. En esta ocasión, el Dr. Drucker se centró en averiguar cómo los fármacos GLP-1 reducen la inflamación, que es una condición común en las enfermedades metabólicas crónicas, ya que a través de la inflamación el sistema inmunológico reconoce y elimina agentes extraños como virus y bacterias y promueve la curación. Sin embargo, la inflamación se puede cronificar sin una causa externa y provocar daños en los órganos.
Como las células inmunitarias se encuentran en la mayoría de los órganos, una suposición lógica era que los fármacos mitigaban la inflamación al interactuar con los receptores GLP-1 de las células inmunitarias. Esto es lo que sucede en el intestino, donde el GLP-1 activa una gran cantidad de células inmunitarias. Pero en otros órganos, la cantidad de células inmunes con receptores GLP-1 es insignificante, lo que indica que hay otro mecanismo en juego.
“El Dr. Drucker y su equipo continúan sus esfuerzos por explicar cómo funcionan estos medicamentos, y este estudio profundiza nuestra comprensión del metabolismo y la compleja red cerebro-inmune que lo regula”
“Lo extraño es que no se pueden encontrar muchos receptores de GLP-1 en todos estos otros órganos donde el GLP-1 parece funcionar”, indica Drucker, que ha insinuado que el cerebro podría estar implicado por dos razones: los receptores GLP-1 abundan en este órgano, y el cerebro y el sistema inmunitario se comunican con todos los órganos del cuerpo.
Para realizar el estudio, el investigador posdoctoral Chi Kin Wong indujo inflamación sistémica en ratones inyectándoles un componente de la pared celular bacteriana o una sustancia bacteriana para inducir sepsis, una inflamación generalizada que provoca daño a los órganos. Sorprendentemente, los agonistas del GLP-1 disminuyeron la inflamación, pero sólo cuando sus receptores en el cerebro quedaron desbloqueados. Cuando estos receptores cerebrales fueron inhibidos farmacológicamente o eliminados genéticamente en ratones, se perdió la capacidad de los fármacos para reducir la inflamación.
Los hallazgos han demostrado por primera vez que existe un eje GLP-1-cerebro-inmune que controla la inflamación en todo el cuerpo, independientemente de la pérdida de peso, incluso en órganos periféricos desprovistos de receptores GLP1, ha asegurado el Dr. Drucker.
Anne-Claude Gingras, directora del LTRI y vicepresidenta de investigación de Sinai Health, ha hecho hincapié en el impacto del estudio: “Mientras la comunidad científica celebra merecidamente a los agonistas de GLP-1 y su impacto, quedan muchas incógnitas. El Dr. Drucker y su equipo se han mantenido tenaces en sus esfuerzos por explicar cómo funcionan estos medicamentos, y este estudio profundiza nuestra comprensión del metabolismo y la compleja red cerebro-inmune que lo regula”.
Sin embargo, son necesarias nuevas investigaciones, y ahora el equipo está intentando identificar las células cerebrales que interactúan con el GLP-1. También están analizando varios modelos de inflamación en ratones, incluidas enfermedades cardíacas, aterosclerosis e inflamación del hígado y los riñones, para determinar si los efectos beneficiosos del GLP-1 en cada caso están realmente mediados por el cerebro. Comprender cómo el GLP-1 amortigua la inflamación puede abrir nuevas vías para reducir las complicaciones asociadas con la diabetes tipo 2 y la obesidad, concluye Drucker.
Actualizado: 21 de diciembre de 2023