Granulisina y anticuerpos, combinación esperanzadora contra el cáncer
22/12/2020
Una combinación de granulisina –una proteína humana con capacidad antitumoral– y anticuerpos que actúan contra componentes tumorales ha demostrado su eficacia para combatir tumores de colon y gástricos en ratones. Esta combinación es una inmunotoxina que ha sido desarrollada por científicos españoles, y si las siguientes fases de evaluación preclínica tienen éxito se continuará analizando su eficacia en seres humanos y se estudiará si además de para el cáncer de colon y el gástrico también resulta efectiva en otros tipos de cáncer.
La granulisina está activada en nuestros linfocitos y tiene varias ventajas, entre las que destacan dos, según ha explicado Alberto Anel, director de la cátedra de biología Molecular y Celular de la Universidad de Zaragoza y director del proyecto. Por una parte, el sistema inmune no la ataca porque se trata de una proteína humana, lo que permite que alcance el tumor y lo ataque sin interferencias, algo que no es tan fácil en el caso de las inmunotoxinas de base bacteriana.
La combinación de granulisina con anticuerpos constituye una inmunotoxina, una especie de 'proyectil' contra el cáncer diseñado para combatir tumores específicos
Y, por otra parte, como se combina con un anticuerpo que reconoce componentes presentes únicamente en el tumor, este tratamiento contra el cáncer sería extremadamente preciso para atacar exclusivamente las células cancerosas y se reducirían los efectos secundarios. Este proyecto de investigación, financiado por la empresa española de biotecnología Peaches Biotech, ha recibido recientemente el Premio Triple Hélice, un importante reconocimiento que la Universidad de Zaragoza concede a proyectos cientificos que se licencian a empresas.
Inmunotoxinas, ‘proyectiles’ contra el cáncer
La combinación de granulisina con anticuerpos constituye lo que se conoce como inmunotoxinas, una especie de proyectiles contra el cáncer, que se pueden diseñar para combatir tumores específicos; para ello es necesario combinar la granulisina con el anticuerpo idóneo en cada caso, que reacciona contra componentes de cada tipo de tumor.
Es imprescindible utilizar esa combinación porque la granulisina por sí sola no alcanzaría el tumor, y tampoco se puede inocular directamente en los tumores, así que la granulisina tiene que ser transportada con la ayuda del anticuerpo. Para conseguir cantidades adecuadas de granulisina, se produce de manera artificial en levaduras, se purifica y se deja lista para poder ser aplicada.
La granulisina por sí sola no alcanzaría el tumor, por lo que tiene que ser transportada con la ayuda del anticuerpo
Anel ha declarado que ya han “probado una toxina dirigida contra el antígeno carcinoembrionario (CEA) que solo se expresa en tumores de colon y gástricos”, “y estamos desarrollando investigación preclínica en animales con otras inmunotoxinas que reconocen componentes de otros tipos de tumores, para ver si también son eficaces para vehiculizar la granulisina contra esos otros tumores. Si funcionan, tendremos varias inmunotoxinas; de lo contrario, como mínimo, tendremos una que en modelos animales ya sabemos que funciona contra tumores de colon y gástricos”.
El investigador ha advertido que es necesario seguir investigando más antes de conseguir que esta inmunotoxina se convierta en un tratamiento que se pueda administrar a pacientes oncológicos, aunque confía en su potencial terapéutico. En concreto, ha señalado que el objetivo del plan que han diseñado con Peaches Biotech es “terminar la experimentación preclínica en septiembre de 2021” y, si los resultados son satisfactorios a partir de junio podría comenzar a prepararse la primera fase de experimentación en humanos, “que podría iniciarse a principios de 2022 y que se extendería hasta finales de 2024”.
Actualizado: 5 de mayo de 2023