La vacuna ARNm de Moderna genera más anticuerpos que la de Pfizer
03/09/2021
Las vacunas contra el COVID-19 de Pfizer/BioNTech y Moderna están basadas en el sistema ARN mensajero (ARNm) y ambas mostraron una eficacia similar –alrededor del 95%– para combatir al coronavirus en los ensayos clínicos que se realizaron antes de ser aprobadas. Comparten también una forma similar de administración: dos dosis administradas con varias semanas de intervalo, y los efectos secundarios más comunes que provocan los dos fármacos también son parecidos.
A pesar de todas sus similitudes, las dos vacunas presentan diferencias en su formulación que podrían influir en la inmunización que confieren, y un nuevo estudio publicado en JAMA Network Open ha encontrado que la vacuna BNT162b2 de Pfizer (comercializada como Comirnaty) genera niveles de anticuerpos más bajos en los adultos mayores que en los más jóvenes, mientras que eso no se observó en los adultos mayores y jóvenes a los que se administró la vacuna ARNm-1273 de Moderna (Spikevax).
La dosis podría explicar la diferencia en el nivel de anticuerpos
En la investigación, que ha sido dirigida por por Jeffrey M. Wilson, profesor de Inmunología en la Universidad de Virginia en Charlottesville (Estados Unidos), se analizaron los datos de 167 personas que habían recibido la pauta completa de vacunación con uno de estos fármacos, la mayoría de las cuales eran profesionales sanitarios vinculados a dicha Universidad. Sus autores consideran que los hallazgos podrían estar relacionados “con la cantidad de ARNm utilizado en las respectivas vacunas, con 30 μg contenidos en el BNT162b2 [Pfizer] y 100 μg en el ARNm-1273 [Moderna]”.
Los vacunados con Moderna generaban el doble de anticuerpos que los que habían recibido Pfizer, o los que se habían infectado previamente y habían recibido una sola dosis de vacuna
Los resultados del nuevo estudio van en la misma línea de lo que ha encontrado otro trabajo reciente publicado en JAMA Network realizado por un equipo de científicos coordinado por Deborah Steensels, del Hospital Ziekenhuis Oost-Limburg, en Genk (Bélgica), que analizó los niveles de anticuerpos en 1.647 trabajadores sanitarios de varios hospitales belgas antes y después de completar la pauta vacunal con una de las dos vacunas ARNm.
Los investigadores comprobaron que las personas vacunadas con Moderna generaban el doble de anticuerpos tanto en comparación con los que habían recibido Pfizer-BioNTech, como con los que se habían infectado con el SARS-CoV-2 previamente y por ello se les había administrado una sola dosis de vacuna. Los títulos –que son un valor de medición de anticuerpos que indica las unidades de anticuerpos por mililitros de muestra de sangre– fueron de 3.838 U/ ml en los vacunados con Moderna, y de 1.444 U/ml en los que recibieron Pfizer.
Los investigadores belgas, al igual que sus colegas de la Universidad de Virginia, opinan que la diferencia podría deberse a la dosis más alta de vacuna administrada por Moderna, y señalan que el intervalo de tiempo entre dosis, que en el caso de Moderna es más largo, de cuatro semanas frente a las tres de Pfizer, también podría influir.
La respuesta inmune no solo depende de los anticuerpos
Los niveles de anticuerpos generados al pasar la infección por coronavirus o gracias a la vacunación no son lo único que nos protege frente al COVID-19, sino que la respuesta inmune del organismo es mucho más compleja y hay otros factores que resultan determinantes, como la capacidad de los anticuerpos para realizar distintas funciones.
Así, y según ha declarado a Diario Médico el virólogo Estanislao Nistal, profesor de Microbiología en la Universidad CEU San Pablo, los anticuerpos “pueden ayudar a detectar y marcar células infectadas para que las engullan los macrófagos (opsolización) o para ser destruidas mediante el sistema del complemento. Los anticuerpos también pueden activar a los linfocitos NK para que esos asesinos destruyan las células anómalas del organismo o unirse a antígenos de la superficie celular, aglutinando así a las células infectadas y evitando el avance del patógeno. Y también está la inmunidad celular, ejercida por los linfocitos T”.
En la respuesta inmune del organismo hay otros factores que resultan determinantes, como la capacidad de los anticuerpos para realizar distintas funciones
Por esta razón, es necesario seguir estudiando los niveles de inmunidad conferidos por ambas vacunas, ya que el hecho de que la vacuna de Moderna haga que se genere una mayor cantidad de anticuerpos no es suficiente para afirmar que proteja más contra el COVID-19 que la de Pfizer. Además, ni el estudio de la Universidad de Virginia, ni el realizado en Bélgica, midieron los anticuerpos neutralizantes, que son un subgrupo de los anticuerpos que se unen a la proteína espiga del SARS-CoV-2.
Actualizado: 5 de mayo de 2023