La vacuna del COVID es eficaz en personas con cualquier peso corporal
01/07/2022
Desde que comenzó la pandemia por coronavirus se empezó a considerar la obesidad como uno de los principales factores de riesgo para padecer COVID-19 grave y tener más posibilidades de requerir ingreso hospitalario. Pero hasta ahora no se conocía la efectividad de la vacunación en las personas obesas, en comparación con aquellas con un peso normal. Ahora, un amplio estudio ha encontrado que las vacunas contra el COVID han disminuido significativamente la cantidad de casos graves de la enfermedad en toda la población, independientemente de su índice de masa corporal (IMC).
La investigación ha incluido a más de nueve millones de personas de Reino Unido y es la mayor realizada hasta ahora sobre la relación entre la efectividad de las vacunas y el IMC. Sus resultados, que se han publicado en The Lancet Diabetes & Endocrinology, muestran que la vacuna tuvo una efectividad similar en los individuos con un IMC más alto y los que tenían un peso saludable, pero ligeramente menor en aquellas personas cuyo peso era inferior al normal, que también tenían menos probabilidades de haber sido vacunadas.
“Nuestros hallazgos proporcionan evidencia adicional de que las vacunas contra el COVID-19 salvan vidas para personas de todos los tamaños. Nuestros resultados brindan tranquilidad a las personas con obesidad de que las vacunas contra el COVID-19 son igualmente efectivas para ellos que para las personas con un IMC más bajo, y que la vacunación sustancialmente reduce su riesgo de enfermedad grave si están infectados con COVID-19. Estos datos también resaltan la necesidad de realizar esfuerzos específicos para aumentar la aceptación de la vacuna en personas con un IMC bajo, donde la aceptación es actualmente menor que para las personas con un IMC más alto”, afirma la Dra. Carmen Piernas del Departamento Nuffield de Ciencias de la Salud de Atención Primaria, Universidad de Oxford, Reino Unido, y autora principal del trabajo.
La vacuna confería una elevada protección en todos los grupos de IMC
Para llevar a cabo la investigación se utilizaron datos de 9.171.524 pacientes mayores de 18 años registrados en QResearch, una base de datos segura de información de atención médica disponible para científicos. Las personas seleccionadas no se habían infectado previamente con el SARS-CoV-2 y entre sus datos figuraba su IMC.
“Las vacunas contra el COVID-19 son igualmente efectivas para las personas obesas que para aquellas con un IMC más bajo, y la vacunación reduce su riesgo de enfermedad grave”
Los investigadores clasificaron a estos individuos de acuerdo a su IMC siguiendo cuatro definiciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS): de 18,5-24,9 kg/m 2 para un peso saludable; por debajo de 18,5 para bajo peso; 25-29,9 para sobrepeso; y 30 y más como obesidad, con niveles ajustados para las personas asiáticas para poner de manifiesto los mayores riesgos para la salud en niveles de IMC más bajos en este grupo. Otras características que se tuvieron en cuenta fueron la edad, el sexo, el tabaquismo y el aislamiento social.
Durante el estudio 566.461 personas dieron positivo por SARS-CoV-2 desde el 8 de diciembre de 2020 (fecha en que se administró la primera vacuna en el Reino Unido) hasta el 17 de noviembre de 2021. De todos los infectados, 32.808 fueron ingresados en el hospital y 14.389 fallecieron. Al finalizar el periodo de estudio, el 23,3% del grupo de peso saludable (817.741 de 3.509.231 personas), el 32,6% del grupo de bajo peso (104.488 de 320.737 personas), el 16,8% del grupo de sobrepeso (513.570 de 3.062.925 personas) y el 14,2% del grupo con obesidad (322.890 de 2.278.649 personas) no habían recibido ninguna dosis de ninguna vacuna contra el COVID-19.
Los investigadores compararon el riesgo de COVID grave en personas vacunadas versus no vacunadas al menos 14 días después de recibir una segunda dosis, y encontraron que haber sido vacunado proporcionaba una elevada protección en todos los grupos de IMC, pero que el efecto era ligeramente menor en las personas con bajo peso; en concreto, los individuos con bajo peso que habían recibido la vacuna tenían alrededor de la mitad de probabilidades de ser hospitalizadas o morir en comparación con las personas no vacunadas con el mismo IMC.
En comparación, las personas en los grupos sanos y con un IMC alto que fueron vacunadas tenían alrededor de un 70% menos de probabilidades de ser hospitalizadas que las personas no vacunadas. Las personas con un IMC saludable o más alto también tenían alrededor de dos tercios menos de probabilidades de morir que aquella con su mismo peso pero no vacunadas dos semanas después de una segunda dosis.
Cuando analizaron solo los datos de las personas vacunadas (entre las cuales la cantidad de casos de COVID-19 disminuyó considerablemente), los investigadores comprobaron que después de dos dosis de la vacuna había un riesgo significativamente mayor de enfermedad grave con un IMC bajo y alto en comparación con un IMC saludable. Por ejemplo, un IMC de 17 se relacionó con un aumento del 50% en el riesgo de ser hospitalizado en comparación con un IMC saludable de 23; y un IMC muy alto de 44 tenía tres veces más riesgo de hospitalización en comparación con un IMC saludable.
Actualizado: 5 de mayo de 2023