Lecanemab es eficaz para frenar el alzhéimer en etapas iniciales
30/11/2022
Lecanemab es un prometedor fármaco experimental para tratar el alzhéimer que disminuye las placas de amiloide que caracterizan a esta enfermedad neurodegenerativa. El pasado 27 de septiembre las compañías farmacéuticas que han desarrollado este medicamento –Biogen y Eisai– aseguraban que era capaz de frenar hasta un 27% el deterioro cognitivo debido a la enfermedad de alzhéimer leve (alzhéimer temprano) en las fases iniciales de este tipo de demencia, en lo que muchos empezaron a denominar “el principio del fin” de esta enfermedad. Ahora se han publicado los resultados del ensayo clínico en fase III que confirman su eficacia en la revista científica The New England Journal of Medicine (NEJM), y también se presentarán en el congreso Clinical Trials on Alzheimer's Disease (CTAD) que se celebra estos días en San Francisco.
El Clarity AD fue un estudio aleatorizado, doble ciego, de grupos paralelos, controlado con placebo, de fase 3 en 1795 personas con enfermedad de Alzhéimer temprana (un grupo recibió lecanemab y otro grupo de 898 personas recibió un placebo) en 235 sitios en América del Norte, Europa y Asia.
Los resultados del ensayo que se publican en NEJM indican que el anticuerpo monoclonal anti-amiloide lecanemab “redujo los marcadores de amiloide en la enfermedad de Alzheimer temprana y resultó en una disminución modestamente menor en las medidas de cognición y función que el placebo a los 18 meses, pero se asoció con eventos adversos. Se justifican ensayos más largos para determinar la eficacia y seguridad”.
Menor deterioro cognitivo y funcional en pacientes tratados con lecanemab
El neurólogo Marc Suárez-Calvet, investigador del Grupo de Investigación en Fisiología de la Cognición y Prevención del Alzhéimer del IMIM-Hospital del Mar y responsable del Grupo de Biomarcadores en Fluidos y Neurología Traslacional del BarcelonaBeta Brain Research Center en la Fundación Pasqual Maragall, ha explicado en declaraciones a SMC España que: “El ensayo clínico demuestra su objetivo principal: existe un menor deterioro cognitivo y funcional en el brazo de tratamiento comparado con el brazo placebo. Utilizando la escala CDR-SB (con un rango de 0 a 18; un mayor valor significa un mayor deterioro cognitivo y funcional), los pacientes en el brazo placebo tienen un aumento promedio de 1.66 puntos durante los 18 meses de seguimiento, mientras que aquellos tratados con lecanemab tan solo tienen un aumento de 1.21 puntos”.
El anticuerpo monoclonal anti-amiloide lecanemab “redujo los marcadores de amiloide en la enfermedad de Alzheimer temprana y resultó en una disminución modestamente menor en las medidas de cognición
“El estudio también demuestra que el tratamiento con lecanemab reduce de forma importante el acúmulo de amiloide en el cerebro. Por último, el tratamiento con lecanemab también es mejor que el placebo en todos los objetivos secundarios estudiados, que incluyen otras escalas cognitivas y biomarcadores biológicos. En conclusión, se trata de un estudio bien diseñado, riguroso y que apunta a un efecto beneficioso de lecanemab en las fases iniciales de la enfermedad de Alzheimer”.
El experto añade que “si bien es cierto que el estudio demuestra un menor declive cognitivo en los pacientes tratados con lecanemab, habrá que determinar cuál es la relevancia clínica. Una diferencia de 0.45 en la escala del CDR-SB, que tiene un rango de 0 a 18, puede parecer menor. Sin embargo, pequeños cambios en la cognición pueden tener un gran impacto no solo en la autonomía de los pacientes, sino también en sus cuidadores y cuidadoras. Por otra parte, debemos tener en cuenta que el ensayo investiga el efecto del fármaco después de administrarlo durante 18 meses. Habrá que llevar a cabo estudios de más larga duración para determinar el efecto a largo plazo”.
Efectos secundarios del nuevo tratamiento contra el alzhéimer
El nuevo fármaco tiene algunos efectos secundarios, tal como se indica en el artículo del NEJM. A este respecto, Suárez Calvet señala que “no existen diferencias en el número de fallecidos o el número total de efectos adversos entre el brazo tratado con lecanemab y el placebo. Sin embargo, sí existe una mayor proporción de anormalidades de las imágenes relacionadas con amiloide (ARIA). Aunque estas alteraciones no son graves en la mayoría de los casos, deben ser estudiadas en detalle”.
También en declaraciones a SMC España, Raquel Sánchez-Valle, jefa de Servicio de Neurología del Hospital Clínic de Barcelona y secretaria del Grupo de estudio de conducta y demencias de la Sociedad española de Neurología ha explicado que “un 21,5% de los tratados con lecanemab presentaron alguna de las alteraciones en resonancia magnética que se han relacionado con amiloide (ARIA), frente a un 9,5% en la rama placebo. Estas alteraciones fueron más frecuentes en los portadores del genotipo ε4 del gen APOE, indicando que, si bien estas alteraciones pueden aparecer espontáneamente en pacientes con enfermedad de Alzheimer, este tratamiento antiamiloide aumenta su frecuencia, especialmente en los pacientes genéticamente más susceptibles. Si bien la mayoría de estas alteraciones no se acompañaron de síntomas, un 3,5 % de los pacientes que recibieron lecanemab presentaron síntomas relacionados con estas alteraciones en la resonancia. De los que recibieron lecanemab 5 sujetos (0,6%) presentaron una hemorragia cerebral y 1 (0,1%) de los que recibieron placebo. También se refirieron más reacciones relacionadas con la infusión del fármaco en la rama activa (26,4 % frente a 7,4 %). Hubo seis fallecidos en la rama de tratamiento y siete en la rama placebo, si bien ninguna de las muertes se atribuyó al fármaco. Estos efectos son en mi opinión relevantes y requieren monitorización estrecha del fármaco, especialmente los primeros meses, y conocimiento por parte de los pacientes que reciban el fármaco, pero creo que per se sean un motivo, en este momento, para evitar su uso”.
Suarez Calvet concluye que “dado que el alzhéimer es una enfermedad heterogénea, será importante determinar qué pacientes pueden potencialmente beneficiarse más de este tratamiento y quiénes de ellos tienen un mayor riesgo de efectos secundarios. El mismo estudio muestra que son los pacientes con el alelo 4 del gen de la APOE aquellos que tienen un mayor riesgo de efectos adversos en forma de ARIA. Probablemente habrá que individualizar el tratamiento y las dosis administradas para estos pacientes”.
Actualizado: 5 de mayo de 2023