Reino Unido ofrece la pastilla que previene el cáncer de mama: así actúa
08/11/2023
Anastrozol (Arimidex®) es uno de los medicamentos que se emplean desde hace años para tratar el cáncer de mama en mujeres posmenopáusicas. Reino Unido ha autorizado un nuevo uso de esta pastilla, que a partir de ahora también se utilizará para prevenir este tipo de tumores en mujeres con riesgo moderado o alto de desarrollar la enfermedad, según ha decidido la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios (MHRA) de este país. Según estimaciones del Servicio Nacional de Salud británico (NHS) alrededor de 289.000 mujeres podrían incluirse en este grupo de riesgo.
“Este es el primer medicamento que se reutilizará a través de un nuevo programa líder en el mundo para ayudarnos a aprovechar todo el potencial de los medicamentos existentes en nuevos usos para salvar y mejorar más vidas en el NHS. Gracias a esta iniciativa, esperamos que un mayor acceso al anastrozol permita a más mujeres tomar medidas para reducir el riesgo si así lo desean, ayudándolas a vivir sin miedo al cáncer de mama”, ha declarado Amanda Pritchard, directora general del NHS.
“Es fantástico que esta opción vital para reducir el riesgo pueda ayudar ahora a miles de mujeres y sus familias a evitar la angustia de un diagnóstico de cáncer de mama”. “Permitir que más mujeres vivan una vida más sana y libre de cáncer de mama es realmente extraordinario, y esperamos que la concesión de licencia a anastrozol para un nuevo uso hoy represente el primer paso para garantizar que todos los que puedan beneficiarse de ella puedan acceder a esta opción de reducción de riesgos”, ha añadido.
Así actúa Anastrozol, la píldora para prevenir el cáncer de mama
El anastrozol es un inhibidor de la aromatasa, que reduce los niveles de estrógeno en el cuerpo de la mujer. En las mujeres posmenopáusicas el estrógeno es producido principalmente por andrógenos –hormonas sexuales– convertidos en estrógenos. Esta conversión la lleva a cabo una enzima denominada aromatasa, y los inhibidores de la aromatasa bloquean esta conversión, y disminuyen el nivel de estrógeno en el organismo. Aunque el estrógeno no provoque cáncer de mama, las células cancerosas necesitan esta hormona para proliferar en los tipos de cáncer de mama con receptores de estrógeno positivos, de modo que, si se bloquea el estrógeno, las células cancerosas que nutren de esta hormona podrían ser incapaces de sobrevivir.
El tratamiento profiláctico contra el cáncer de mama consiste en tomar un comprimido de 1 mg de anastrozol una vez al día durante cinco años. Cada píldora cuesta menos de cinco céntimos. Sin embargo, este medicamento tiene efectos secundarios que podrían impedir que algunas mujeres finalizaran el tratamiento. Los efectos adversos más comunes son sofocos, debilidad, dolor o rigidez en las articulaciones, artritis, erupción cutánea, náuseas, dolor de cabeza, osteoporosis y depresión.
Este tratamiento preventivo contra el cáncer de mama consiste en tomar un comprimido diario de 1 mg de anastrozol durante cinco años
La decisión de utilizar el fármaco como tratamiento preventivo, según ha informado la MHRA, se basa en la evidencia aportada por el estudio IBIS-II, un ensayo internacional, aleatorizado, doble ciego y controlado con placebo, que mostró que las mujeres que recibían anastrazol desarrollaron menos tumores de mama que las del grupo con placebo. El estudio IBIS-II se publicó en 2019 en The Lancet, con Jack Cuzick, de la Universidad Queen Mary, de Londres, como principal autor.
Los resultados publicados entonces se basaron en datos de 3.864 participantes en el estudio, de las que 1.920 recibieron anastrazol durante cinco años, y 1.944, placebo. El modelo para determinar el nivel de riesgo del cáncer hormonal en las mujeres tuvo en cuenta factores como los antecedentes familiares, la densidad mamaria, la obesidad, el consumo de alcohol y alguna lesión premaligna, entre otros.
El seguimiento se prolongó durante 12 años, con una mediana de 10,9 años. A los 12 años (siete después de suspender el tratamiento), se observó que la incidencia de cáncer de mama era un 49% menor en las mujeres que tomaron el fármaco que en aquellas que recibieron un placebo.
La adherencia durante los cinco años en los que se tomaron las pastillas fue del 77% en el grupo de placebo y del 74,6% en el grupo de anastrozol, lo que sugiere que los efectos secundarios no fueron lo suficientemente graves como para abandonar la medicación. De hecho, los investigadores han indicado que no se registraron efectos secundarios significativos a largo plazo en los años que siguieron al término del tratamiento con anastrozol, especialmente un incremento en las fracturas óseas o la aparición de enfermedades.
Actualizado: 8 de noviembre de 2023