Tomar antibióticos puede alterar la flora intestinal
08/01/2013
Un estudio, realizado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de otros centros de investigación en España, ha comprobado que los tratamientos a base de antibióticos pueden afectar a las bacterias, moléculas y enzimas que componen la flora intestinal, alterando los patrones metabólicos y microbianos del intestino.
En la investigación se ha analizado la microbiota intestinal, empleando para ello muestras de heces de un paciente que seguía terapia con antibióticos, y se ha observado que tanto durante la administración de los antibióticos, como tras finalizar el tratamiento con estos fármacos, se reduce la capacidad de las bacterias del intestino para producir proteínas, y también se ven alteradas sus capacidades metabólicas.
Los antibióticos reducen la capacidad de las bacterias del intestino para producir proteínas y alteran sus capacidades metabólicas
Las bacterias que forman parte de la flora intestinal mantienen una simbiosis con el ser humano que permite que se establezca un equilibrio beneficioso para ambas partes; sin embargo, el consumo de antibióticos puede modificar este equilibrio y, como explica Manuel Ferrer, del CSIC, algunos de los cambios que se producen durante el tratamiento se pueden revertir al finalizar el mismo, pero otros podrían ser irreversibles.
Los resultados del estudio indican que durante el tratamiento con antibióticos la biodiversidad de las bacterias intestinales se reduce al mínimo, aunque se recupera cuando finaliza la terapia, pero también demuestran que la capacidad de producción de proteínas y otras actividades fundamentales de estas bacterias disminuyen tanto durante el tratamiento como después.
La investigación también ha mostrado que ciertas bacterias intestinales son más activas al terminar el tratamiento con antibióticos, y podrían desempeñar una función destacada en el intestino gracias a la influencia de estos fármacos. Así, según los autores del trabajo, estas bacterias podrían favorecer la producción de ácidos biliares, hormonas y derivados del colesterol, y facilitar la interconexión entre hígado y colon.
Actualizado: 31 de agosto de 2020