Tomar aspirina puede elevar un 26% el riesgo de insuficiencia cardíaca
26/11/2021
Existe controversia sobre cómo afecta el consumo de aspirina a la insuficiencia cardíaca (IC) y ahora un nuevo estudio ha descubierto una asociación entre el uso de este fármaco y un incremento del 26% en el riesgo de desarrollar esta enfermedad en las personas que tienen al menos un factor de riesgo que las predispone a padecer esta patología, como el tabaquismo, la obesidad, la diabetes, la hipertensión, la hipercolesterolemia y las enfermedades cardiovasculares.
La investigación, que se ha publicado en la revista de la Sociedad Europea de Cardiología (SEC) ESC Heart Failure, ha analizado la relación de la aspirina con la insuficiencia cardíaca en personas con patología cardíaca y sin ella y ha evaluado si su empleo se relaciona con un nuevo diagnóstico de insuficiencia cardíaca en personas con riesgo de desarrollar la enfermedad.
“Este es el primer estudio que muestra que entre las personas con al menos un factor de riesgo de insuficiencia cardíaca, las que tomaban aspirina tenían más probabilidades de desarrollar posteriormente la afección, que las que no usaban el medicamento”, ha afirmado el autor del estudio, el Dr. Blerim Mujaj, de la Universidad de Friburgo, en Alemania, que ha añadido que “si bien los hallazgos requieren confirmación, indican que es necesario aclarar el vínculo potencial entre la aspirina y la insuficiencia cardíaca”.
Uso de aspirina y factores de riesgo de insuficiencia cardíaca
En el estudio se evaluaron los datos de 30.827 personas con una edad promedio de 67 años, el 34% de las cuales eran mujeres, que corrían el riesgo de desarrollar insuficiencia cardíaca y estaban inscritas en el estudio HOMAGE de Europa occidental y Estados Unidos. Para ser consideradas “en riesgo” debían presentar uno o más de los siguientes factores: tabaquismo, obesidad, presión arterial elevada, niveles altos de colesterol, diabetes y enfermedad cardiovascular.
En el momento de inscribirse en el estudio los participantes también indicaron si tomaban aspirina y fueron clasificados como usuarios o no usuarios. Cuando comenzó el estudio 7.698 participantes (el 25%) tomaban aspirina, y durante el seguimiento de 5,3 años, 1.330 participantes desarrollaron insuficiencia cardíaca. Para evaluar la asociación entre el uso de aspirina y la IC los autores tuvieron en cuenta la edad, el sexo, el IMC (índice de masa corporal, el tabaquismo, la presión arterial, el consumo de alcohol, la creatinina, la frecuencia cardíaca, el colesterol, la diabetes, la enfermedad cardiovascular y el tratamiento con inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina, bloqueantes de los canales de calcio, diuréticos, betabloqueantes y fármacos hipolipemiantes. Con independencia de todos estos factores tomar aspirina se asoció con un aumento del 26% en el riesgo de un nuevo diagnóstico de insuficiencia cardíaca.
“La aspirina se debe recetar con precaución en personas con insuficiencia cardíaca o con factores de riesgo para la afección”
Tras comparar los factores de riesgo de insuficiencia cardíaca entre los participantes que tomaban aspirina y los que no se repitió el análisis y se observó que la aspirina se asociaba con un incremento del 26% del riesgo de un nuevo diagnóstico de insuficiencia cardíaca. Los investigadores repitieron el análisis tras excluir a los individuos con antecedentes de patología cardiovascular, y en un total de 22.690 participantes (el 74%) sin enfermedad cardiovascular, el uso de aspirina se asoció con un aumento del 27% en el riesgo de tener una insuficiencia cardíaca incidente.
El Dr. Mujaj ha señalado que “este fue el primer gran estudio que investigó la relación entre el uso de aspirina y la insuficiencia cardíaca incidente en personas con y sin enfermedad cardíaca y al menos un factor de riesgo. La aspirina se usa comúnmente; en nuestro estudio, uno de cada cuatro participantes estaba tomando el medicamento. En esta población, el uso de aspirina se asoció con un incidente de insuficiencia cardíaca, independientemente de otros factores de riesgo”.
El investigador ha concluido que “se necesitan grandes ensayos aleatorizados multinacionales en adultos con riesgo de insuficiencia cardíaca para verificar estos resultados. Hasta entonces, nuestras observaciones sugieren que la aspirina se debe recetar con precaución en personas con insuficiencia cardíaca o con factores de riesgo para la afección”.
Actualizado: 5 de mayo de 2023