Un fármaco experimental reduce el riesgo cardíaco en pacientes con VIH
11/09/2017
Un medicamento en fase experimental –Ixolaris– desarrollado a partir de una proteína presente en la saliva de un tipo de garrapata –la especie Ixodes scapularis–, ha resultado eficaz para reducir el riesgo que tienen los pacientes con VIH –tanto si toman fármacos antirretrovirales y la infección está controlada, como si no es así– de desarrollar una enfermedad coronaria, según ha revelado un estudio liderado por investigadores de la Universidad de Pittsburgh, en Estados Unidos.
En otros estudios en modelos animales, el fármaco Ixolaris ya había demostrado una elevada eficacia para tratar los coágulos sanguíneos
Los autores del trabajo han descubierto también uno de los mecanismos celulares que hacen que el riesgo de sufrir patologías cardíacas sea muy superior en las personas infectadas con VIH en comparación con el resto de la población. Estos científicos analizaron muestras sanguíneas de pacientes con dicho virus que seguían tratamientos eficaces para controlar la enfermedad, y de otros que no seguían ninguna terapia contra el virus, y observaron que en todos los casos su sangre contenían una tasa de monocitos excesivamente alta.
Los monocitos son células del sistema inmune que se encargan de liberar una proteína –el factor tisular–, que favorece la coagulación sanguínea y la activación de otras proteínas inflamatorias, lo que perjudica la salud del corazón, y aumenta las probabilidades de padecer una patología coronaria.
'Ixolaris' reduce los niveles de proteínas inflamatorias
'Ixolaris' –que ya ha sido patentado por los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH)– demostró una gran capacidad para bloquear la actividad del factor tisular cuando los investigadores trataron con él las muestras sanguíneas de los pacientes con VIH. En otros estudios en modelos animales, el fármaco ya había resultado eficaz en el tratamiento de los coágulos sanguíneos.
Los autores del trabajo también probaron 'Ixolaris' en un grupo de simios con virus de inmunodeficiencia en simios (VIS), el equivalente al VIH en las personas, y observaron cómo reducía significativamente los niveles de proteínas inflamatorias relacionadas con el desarrollo de patologías cardiovasculares. Sin embargo, todavía queda probar si los efectos del fármaco son similares en los seres humanos, y comprobar su seguridad y las posibles interacciones con las terapias que siguen los pacientes con VIH.
Actualizado: 7 de junio de 2022