Asocian la disfunción eréctil con un factor de riesgo genético
11/10/2018
La disfunción eréctil (DE), que puede deberse a diferentes causas, desde alteraciones estructurales del aparato genital o enfermedades vasculares, hormonales o neurológicas, a problemas psicológicos o al consumo de determinados fármacos, puede estar también asociada a un factor de riesgo genético, tal y como han descubierto científicos estadounidenses en un estudio que se acaba de publicar en PNAS.
Se trata de la primera vez que se identifica un factor de riesgo genético para presentar disfunción eréctil. En concreto, los investigadores han encontrado una zona específica del genoma humano conocido como locus genético, próximo al gen SIM1, que se ha asociado a un mayor riesgo de sufrir este trastorno, y que confirma la hipótesis de que alrededor de un tercio de los casos de DE se deben a causas genéticas.
Se estima que alrededor de un tercio de los casos de disfunción eréctil se deben a causas genéticas
En el estudio participaron 36.648 varones incluidos en la cohorte de investigación en Epidemiología Genética sobre la Salud y el Envejecimiento del Adulto (GERA), y los hallazgos que se encontraron al analizar los datos de los miembros de este grupo –que tuvieron diagnóstico clínico de disfunción eréctil, contestaron a encuestas sobre su problema de salud, y siguieron tratamientos farmacológicos o de otro tipo–, se constataron posteriormente con los datos de otros 222.358 hombres procedentes del Biobanco de Estados Unidos.
Los autores del trabajo comprobaron que las variaciones en el locus SIM1 se relacionaban con un incremento del 26% en el riesgo de sufrir disfunción eréctil, y que este riesgo se daba con independencia de otros factores de riesgo asociados a la disfunción eréctil, o de la forma en que se hubiera definido el trastorno (información procedente de los afectados que participaron en el estudio, historial de prescripciones, o diagnósticos clínicos).
Nueva diana terapéutica para combatir la disfunción eréctil
Los hallazgos de la investigación sugieren que el SIM1 podría convertirse en una nueva diana para desarrollar nuevas terapias que corrijan eficazmente la disfunción eréctil, ya que los fármacos disponibles en la actualidad no funcionan en muchos de los pacientes. Además, como ha explicado Hunter Wessells, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington (Estados Unidos) y uno de los autores del estudio, los resultados del mismo también pueden ayudar a identificar otras alteraciones genéticas implicadas en la enfermedad, que faciliten su tratamiento y prevención.
Actualizado: 4 de mayo de 2023