El abuso del alcohol puede alterar el ADN y aumentar el deseo de beber
01/02/2019
Los atracones de alcohol –también conocidos como binge drinking– o el consumo excesivo de esta sustancia, no solo están asociados al desarrollo de diversas enfermedades –incluidos varios tipos de cáncer–, sino que pueden provocar una serie de alteraciones en el ADN que tengan como consecuencia un incremento del deseo de beber alcohol, según ha revelado un nuevo estudio.
La investigación, que ha sido realizada por investigadores de la Rutgers and Yale University School of Medicine, y se ha publicado en Alcoholism: Clinical & Experimental Research, se centró en dos genes implicados en el control de la conducta alcohólica, PER2, que influye sobre el reloj biológico del organismo, y POMC, que regula el sistema de respuesta al estrés.
Los hallazgos del estudio podrían ayudar a identificar biomarcadores para prevenir que los individuos con factores de riesgo se vuelvan adictos al alcohol
Al comparar grupos de personas que bebían moderadamente, en exceso, y en forma de atracón observaron que ambos genes habían cambiado en los individuos que consumían mucho alcohol o lo hacían en atracones, debido a un proceso denominado metilación. Los grandes bebedores y los que lo hacían en forma de atracón también presentaron reducciones en la expresión de los genes o en el ritmo al que estos creaban proteínas, y estas alteraciones se incrementaron con una mayor ingesta de alcohol.
Predecir el riesgo de adicción al alcohol
En un experimento adicional, los bebedores observaron imágenes relacionadas con estrés o con el alcohol, o neutras. También se les mostraron envases de cerveza, y posteriormente probaron esta bebida y se evaluó su motivación para beber. El resultado fue que los cambios estimulados por el alcohol en los genes de los grandes bebedores y de los que bebían en atracón se asociaron con un mayor deseo de consumir esta sustancia.
Las conclusiones de este trabajo podrían ayudar a comprender por qué el alcoholismo es una adicción tan poderosa, e identificar biomarcadores –como proteínas o genes modificados– que contribuyeran al desarrollo de nuevas formas de abordar su tratamiento o de prevenir que los individuos con factores de riesgo se vuelvan adictos a esta droga, ha explicado el Profesor Dipak K. Sarkar, uno de los autores del estudio.
Actualizado: 4 de mayo de 2023