El comportamiento antisocial aumenta el riesgo de mortalidad prematura
14/08/2018
Los jóvenes que tienen adicción a algún tipo de sustancias y que además presentan conductas problemáticas o antisociales tienen hasta cinco veces más posibilidades de morir de manera prematura que los adolescentes sanos. Así lo ha asegurado un estudio llevado a cabo por miembros de la Universidad de Colorado (EE.UU.), que afirma que uno de cada 20 adolescentes con problemas serios de conducta fallece antes de cumplir los 30 años de edad.
Para llegar a esta conclusión, publicada en la revista Addiction, se estudió a 3.766 adolescentes, de los cuales 1.463 habían sido detenidos por las autoridades por el consumo de sustancias o por problemas derivados de una mala conducta, como el incumplimiento de las normas, agresiones, robos o destrucción de objetos. Otro de los grupos, de 1.399 personas, correspondía a los hermanos de los participantes anteriores y 904 eran jóvenes de control.
El riesgo asociado a “romper las reglas establecidas”
Cuando el colectivo seguido llegó a una edad promedio de 32,7 años, revisaron los datos de los participantes fallecidos, que fueron el 4% del grupo con problemas de conducta, mientras que esa cifra fue inferior al 1% en el equipo de control. Los hermanos de los sujetos del estudio también tenían tasas de mortalidad más altas, cerca del 2,4%. Entre las causas más comunes de defunción estaban las relacionadas con el abuso de sustancias, accidentes de tráfico, agresiones y suicidios.
Uno de cada 20 adolescentes con problemas de comportamiento y que consume drogas muere antes de cumplir los 30 años
Cuando los investigadores analizaron los datos, se sorprendieron al descubrir que si bien tanto el trastorno de conducta como la gravedad del uso de sustancias se asociaban con un mayor riesgo de mortalidad, el trastorno de conducta era un factor de riesgo independiente más poderoso.
Richard Border, autor principal de la investigación, ha subrayado que, según unos estudios previos, entre el 6% y el 16% de los niños y entre el 2% y el 9% de las niñas están en riesgo de trastornos de conducta –que podrían estar relacionados con variantes genéticas–, de ahí la importancia de observar a nuestros hijos para detectarlas y acudir cuanto antes a un profesional, no solo para evitar sus comportamientos inadecuados, sino también, como apunta John Hewitt, el coautor del estudio, “para mantenerles vivos más años”.
Actualizado: 4 de mayo de 2023