La falta de exigencias laborales también afecta al sueño
07/12/2022
El estrés laboral puede tener un gran impacto y provocar síntomas que afecten a nivel fisiológico, psicológico, e incluso en nuestras relaciones sociales, y por ello se considera que las personas que tienen un trabajo muy exigente tienen más dificultades para dormir bien, pero un nuevo estudio ha analizado en profundidad la relación entre las demandas laborales y el descanso nocturno y ha encontrado que los trabajos poco exigentes pueden ser tan perjudiciales para disfrutar de un sueño reparador, como los altamente exigentes.
La investigación ha sido realizada por expertos de la Universidad del Sur de Florida (EE.UU.) y sus resultados muestran que los trabajos moderadamente exigentes se asocian a un descanso nocturno óptimo, con horarios regulares y un menor tiempo para conciliar el sueño. También han comprobado que el grado de control que tienen las personas sobre sus condiciones de trabajo es un factor clave y que cuanto más control tengan, más probabilidades de dormir bien.
“El conocimiento previo de que el trabajo exigente degrada el sueño puede ser demasiado simplista. Los hallazgos van más allá de la narrativa anterior de que las demandas de trabajo deben minimizarse tanto como sea posible para proteger la salud de los trabajadores”, ha declarado uno de los autores de la investigación, que se ha publicado en Sleep Health.
La desvinculación laboral o el estrés excesivo alteran el descanso
Dormir poco o mal se ha vinculado con diversos problemas de salud, desde obesidad, demencia, o enfermedades cardiovasculares, además de mayor riesgo de muerte prematura, recuerdan los investigadores, por lo que consideran que identificar y prevenir o reducir los factores que influyen en la falta de sueño, incluidos los relacionados con el ámbito laboral, puede ayudar a mejorar la salud general y evitar problemas a largo plazo.
Las personas duermen mejor si tienen exigencias laborales moderadas y un control apropiado sobre su trabajo
Estos científicos han reconocido que, aunque sus hallazgos puedan parecer contradictorios, sugieren que tanto la escasez como el exceso de exigencias laborales pueden estar relacionados con la desvinculación laboral o un exceso de estrés que, en ambos casos, pueden alterar el sueño.
“Las investigaciones anteriores sugieren que se necesita una exposición moderada al estrés para rendir más. Nos motivó este concepto y examinamos si la salud del sueño tendría un punto dulce con una exposición moderada a las demandas laborales”, ha comentado la líder de la investigación, Monica Nelson.
Los investigadores analizaron los datos de un estudio previo en el que participaron casi 3.000 adultos con una edad media de 48 años, de los que alrededor de la mitad poseía al menos un título universitario de cuatro años, y a los que preguntaron sobre cinco aspectos de su actividad laboral: intensidad, conflicto de roles, sobrecarga de trabajo, presión de tiempo e interrupciones, y que además informaron sobre cinco aspectos de sus patrones de sueño: regularidad, satisfacción/calidad, alerta diurna, eficiencia y duración.
Los resultados del análisis de estos datos mostraron que las personas duermen mejor si tienen exigencias laborales moderadas y un control apropiado sobre su trabajo. Esto significa aportar información sobre sus tareas laborales, tomar decisiones sobre su entorno de trabajo y aprender cosas nuevas en su puesto de trabajo. “Sobre la base de estos hallazgos, será importante examinar si los cambios a lo largo del tiempo en las demandas y el control del trabajo se asocian con los cambios en la salud del sueño, y cómo”, ha concluido Nelson.
Actualizado: 5 de mayo de 2023