Hallan una relación entre el diagnóstico de cefalea y la conducta suicida

Un estudio realizado en Dinamarca revela que las personas con un diagnóstico de cefalea tienen un mayor riesgo de intento de suicidio y suicidio consumado y señala que es necesario evaluar la salud mental en estos pacientes para salvar vidas.
Mujer en la cama con un fuerte dolor de cabeza

04/02/2025

Los dolores de cabeza recurrentes son uno de los problemas de salud más frecuentes en todo el mundo, independientemente de la edad, la raza o el nivel socioeconómico, y trastornos como la jaqueca o migraña, la cefalea tensional y la cefalea en racimos han afectado a entre la mitad y las tres cuartas partes de los adultos de 18 a 65 años en el último año, según estima la Organización Mundial de la Salud (OMS).

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Este trastorno doloroso y discapacitante podría tener, además, graves consecuencias sobre la salud mental, ya que una nueva investigación en la que se comparó a 119.000 personas diagnosticadas con cefalea con 597.430 personas sin este diagnóstico ha encontrado que el riesgo de intento de suicidio y suicidio consumado era mayor en aquellas que padecían migraña, cefalea tensional, cefaleas autonómicas del trigémino y cefalea postraumática.

Los resultados se han publicado en JAMA Neurology, donde los autores explican que las cefaleas suelen ir acompañadas de trastornos psiquiátricos como ansiedad, depresión y problemas con el consumo de sustancias, y que investigaciones previas han señalado que las personas con cefaleas tienen un mayor riesgo de pensamientos suicidas y conductas autolesivas asociadas al nivel de sufrimiento al que se ven sometidas.

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Los resultados de este estudio confirman que las personas diagnosticadas con cefalea tienen un riesgo elevado de intento y suicidio consumado. La relación entre la cefalea y la conducta suicida es persistente y robusta, lo que sugiere que es fundamental que los pacientes con cefalea reciban una evaluación y tratamiento en salud mental de manera simultánea.

Los investigadores consideran que teniendo en cuenta el impacto del dolor crónico en la calidad de vida y el bienestar emocional de las personas, los médicos podrían desempeñar un papel clave en la detección temprana de riesgos psiquiátricos en los pacientes con cefaleas y promover intervenciones preventivas que podrían salvar vidas.

El intento de suicidio era el doble de probable en personas con cefalea

El estudio se basó en la población de Dinamarca entre 1995 y 2020 e incluyó a personas mayores de 15 años diagnosticadas con algún tipo de cefalea, a las que se comparó con individuos de la misma edad y género, pero sin diagnóstico de cefalea, en una proporción de 5:1. Los datos se obtuvieron de registros médicos daneses, incluyendo hospitalizaciones, visitas a emergencias y consultas con especialistas. Se tuvieron en cuenta factores como la edad, el género, el nivel educativo, los ingresos y otras enfermedades previas para evaluar la relación entre la cefalea y el riesgo de suicidio.

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A lo largo de 15 años, el riesgo de intento de suicidio en personas con cefalea fue del 0,78%, mientras que en la población de control fue del 0,33%, lo que representa una diferencia del 0,45%. El riesgo de suicidio consumado en personas con cefalea fue del 0.21%, comparado con el 0.15% en la población de control, con una diferencia del 0.06%.

La probabilidad de intentar suicidarse era más del doble en personas con cefalea en comparación con aquellas sin el diagnóstico. El riesgo de suicidio consumado también era mayor en el grupo con cefalea. Estos hallazgos se mantuvieron consistentes en todos los tipos de cefalea, con una relación especialmente fuerte en el caso de las cefaleas autonómicas del trigémino y la cefalea postraumática.

“Un tratamiento temprano y adecuado de las cefaleas y otras enfermedades crónicas podría contribuir a reducir la mortalidad por suicidio”

Susana Al-Halabí, investigadora de la Universidad de Oviedo y coordinadora del grupo de investigación CIPRES (Ciencia y Divulgación en Prevención y Salud Mental), que no ha participado en el estudio, señala en declaraciones a SMC España que “la experiencia de dolor crónico supone un elevado sufrimiento en la vida de las personas y constituye un factor de riesgo clásico para la conducta suicida. Es fundamental contribuir a su conocimiento y sensibilización en los profesionales médicos que, siendo expertos en aspectos neurológicos, pueden desconocer el alcance o las características de este fenómeno psicológico. La conducta suicida está vinculada a la vivencia de un profundo malestar y desesperación, particularmente si se percibe el dolor como algo irresoluble e inescapable. Los autores demandan, en sus conclusiones, un diagnóstico temprano y tratamientos más efectivos, lo que, sin duda, sería muy bienvenido para la población con este tipo de diagnósticos”.

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“Como la mayoría de los problemas de salud, el suicidio no obedece a una única causa ni se debe exclusivamente a factores individuales. La edad, el género, la soledad no deseada, el desempleo o el fácil acceso a medios para llevar a cabo un suicidio son algunos de los determinantes conocidos de la conducta suicida. También hay datos que muestran que las personas que padecen ciertas enfermedades crónicas tienen un mayor riesgo de morir por suicidio”, opina Josep Maria Suelves, Jefe del Servicio de Prevención y Control del Tabaquismo y de las Lesiones en la Agencia de Salud Pública de Cataluña y vocal de la Junta Directiva del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo, según sus declaraciones al mismo medio.

“Los resultados de este trabajo son particularmente robustos por el elevado número de casos estudiado y muestran un mayor riesgo de suicidio entre quienes padecen un trastorno crónico como el dolor de cabeza, que afecta negativamente la calidad de vida. De acuerdo con esos resultados, y tal como concluye el estudio, es razonable pensar que un tratamiento temprano y adecuado de las cefaleas y otras enfermedades crónicas podría contribuir a reducir la mortalidad por suicidio, y que convendría incluir la evaluación del riesgo de suicidio y el apoyo conductual en el seguimiento de las personas que padecen este tipo de trastornos”, concluye este experto.

Actualizado: 4 de febrero de 2025

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