La estimulación cerebral profunda podría mejorar la esquizofrenia
27/09/2017
Aplicar la terapia de estimulación cerebral profunda (ECP) en dos áreas concretas del cerebro ha conseguido una mejoría de los síntomas de esquizofrenia en pacientes cuya enfermedad es resistente al tratamiento estándar –algo que sucede en alrededor del 30% de las personas que padecen este trastorno mental–, según han revelado los resultados preliminares de un estudio piloto, que se han presentado en el 30º Congreso del European College of Neuropsychopharmacology (ECNP).
En la investigación han participado ocho pacientes con una medida de edad de 42,4 años –la mitad de los cuales eran mujeres–, que habían sido diagnosticados de esquizofrenia de acuerdo al DSM-IV (manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales) a una edad media de 24,9 años, y que mostraban resistencia frente a dos o más antipsicóticos atípicos, clozapina como monoterapia o tratamiento combinado, y a la electroterapia convulsiva.
La estimulación cerebral profunda conlleva riesgos, y solo estaría indicada para los casos más graves y resistentes de esquizofrenia
La estimulación cerebral profunda ya había demostrado eficacia en otras patologías como la depresión resistente a tratamiento, o el trastorno obsesivo compulsivo. En el nuevo estudio se implantaron los electrodos a los pacientes en la corteza cingulada anterior subgenual o en el núcleo accumbens, y a continuación se les administró el tratamiento de ECP, realizando un seguimiento cada dos semanas hasta obtener una respuesta clínica estable.
Los síntomas de la esquizofrenia mejoraron con ECP
Antes de comenzar el estudio se registraron las puntuaciones de estos pacientes en la Escala de Síntomas Positivos y Negativos (PANSS), y se observó que la media fue de 88,7 para las puntuaciones totales: 23,0 en la subescala positiva; 25,1 en la subescala negativa; y 40,6 en la subescala general.
Los investigadores comprobaron que en la primera fase de aleatorización, en la que todos los participantes fueron tratados con estimulación cerebral profunda, seis de los ocho consiguieron una respuesta sintomática considerada una mejora en las puntuaciones totales en PANSS de ≥25%. Posteriormente se ha excluido a tres pacientes del estudio; uno por sufrir un efecto adverso grave asociado a la cirugía, otro por experimentar una recaída en la enfermedad, y otro por no haber mejorado al cabo de seis meses de tratamiento.
Como ha advertido la Dra. Alexandra Roldán, investigadora del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, en la Universitat Autònoma de Barcelona, y una de las autoras del trabajo, estos resultados son preliminares y el número de pacientes en el que se ha probado la técnica es muy reducido, por lo que se necesita más investigación para confirmar la efectividad de la ECP como tratamiento de la esquizofrenia. La experta añade que el procedimiento quirúrgico para implantar los electrodos es, además, muy costoso, y no está exento de riesgos, por lo que solo estaría indicado para los casos más graves y resistentes.
El Dr. Michael Bloomfield, de la División de Psiquiatría del University College London (Reino Unido), un especialista que no ha participado en este estudio, ha explicado que también es necesario establecer un grupo de pacientes que actúe como control para comprobar que no existe efecto placebo, y que se debería continuar investigando para averiguar en qué zona del cerebro se consigue el efecto máximo con esta terapia.
Actualizado: 27 de septiembre de 2017