La FDA aprueba la 'viagra' femenina

La Agencia Americana del Medicamento ha autorizado esta semana la comercialización de flibanserina, conocida como la viagra femenina o la pastilla rosa, un fármaco que mejora el deseo sexual de mujeres con TDSH.
La viagra femenina

Mujer mostrando una pastilla de flibanserin.

Se acabó el debate. La FDA (Agencia Americana del Medicamento) ha dado esta semana su autorización para el uso de flibanserina, el fármaco conocido ya como la 'viagra' femenina. Si bien, a diferencia de la famosa pastillita azul –que sirve para facilitar la erección de los hombres–, se trata del primer medicamento que ayuda a aumentar el deseo sexual, algo que no existía hasta la fecha para ninguno de los dos sexos. 

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La encargada de comercializarlo será la farmacéutica estadounidense Sprout Pharmaceuticals, y se espera que el medicamento estará disponible para su compra a partir del 17 de octubre, aunque de momento solo en EE.UU. y siempre bajo prescripción médica. Addyi (flibanserina (100mg)), que es como se conocerá comercialmente a estas pastillitas, no será útil para levantar la libido de cualquier mujer, sino que está específicamente dirigido a mujeres premenopáusicas con trastorno de deseo sexual hipoactivo (TDSH). Se trata de una disfunción sexual caracterizada por la ausencia de fantasías y deseo de tener actividad sexual, que puede llegar a causar angustia y sufrimiento en las mujeres que lo padecen, pero cuya existencia real, sin embargo, algunos expertos han llegado a poner en duda.

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Es decir, que Addyi no será válido para aquellas personas que sufran de falta de deseo sexual por alguna otra condición médica o psiquiátrica, como consecuencia de problemas en su relación de pareja, o bien a causa de los efectos de la toma de otros medicamentos. Tampoco para aquellas que ya hayan alcanzado o pasado la menopausia, ya que solo tendría un efecto placebo.  

Su funcionamiento no se basa en la activación de los flujos sanguíneos, sino en la activación de ciertos neurotransmisores cerebrales, al modo que lo haría un antidepresivo –de hecho fue creado con ese fin–. Por eso su uso no es puntual y de efecto rápido, sino que ha de tomarse de forma diaria, se vaya o no a tener sexo. Los efectos de la 'píldora rosa' no son absolutos, aunque en un porcentaje de las mujeres sometida a estudio pareció mejorar la satisfacción en sus encuentros sexuales y reducir en un 10% la angustia que el sexo les producía. Por contra, la lista de efectos secundarios es tan destacada que la compañía farmacéutica se verá obligada a avisarlo incluso en el envase: mareos, náuseas, insomnio o somnolencia, fatiga parecen afectar al 10% de las que lo consumen, pudiendo llegar a causar incluso hipotensión, síncopes o pérdida de la consciencia si es ingerido junto con alcohol o una serie de medicamentos.

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Actualizado: 25 de abril de 2017

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