La incertidumbre por una situación inesperada puede provocar paranoia
10/06/2020
Durante la pandemia por coronavirus han sido muchos los que han dado a conocer sus teorías conspiranoicas sobre el origen del virus, alegando motivos políticos, fallos en laboratorios secretos e incluso un ataque para provocar la tercera guerra mundial. Y es que, según un estudio realizado por miembros de la Universidad de Yale (EE.UU.), las situaciones de incertidumbre, como la generada por esta crisis sanitaria mundial, podrían hacer que las personas sean más propensas a la paranoia.
La investigación, que se ha publicado en la revista eLife, se basó en una serie de experimentos hechos en personas con mayor y menor grado de paranoia, un trastorno mental que se caracteriza por sentir una gran suspicacia y recelo frente a las intenciones ajenas. En esas pruebas los participantes tenían que participar en un juego de cartas en el que se alteraron las mejores opciones de éxito en secreto.
Los investigadores creen que la paranoia podría derivar de la incapacidad del cerebro de evaluar con precisión las amenazas sociales en etapas de incertidumbre
Los resultados mostraron que las personas con un grado elevado de paranoia aprendieron menos de las consecuencias de sus elecciones. Esto también les sucedió a aquellos con un menor grado de paranoia cuando los investigadores aumentaron los niveles de incertidumbre variando las oportunidades de ganar en mitad del juego sin decírselo a los partiipantes.
La teoría de estos científicos indica que la paranoia podría derivar de la incapacidad de evaluar con precisión las amenazas sociales. Además, Philip Corlett y Erin Reed, autores del estudio, han añadido que esta sensación podría basarse en un mecanismo de aprendizaje más básico que aparece a causa de la incertidumbre, incluso cuando no hay una amenaza.
Reed explicó que solemos pensar que el cerebro es una máquina de predicción, en la que un cambio inesperado puede ser interpretado como una amenaza, limitando la capacidad del cerebro de hacer predicciones. En esos casos, la paranoia podría ser la respuesta a la incertidumbre en general y las interacciones sociales podrían ser especialmente complejas y difíciles de predecir.
Las ratas mostraron una conducta paranoide similar a la de los humanos
En otro experimento relacionado se administró metanfetamina a ratas, una droga que se sabe que induce a la paranoia en humanos, y se les entrenó para que completasen una tarea similar a la de los participantes del experimento anterior. Los resultados, que se obtuvieron con un modelo matemático, mostraron el comportamiento de las ratas drogadas tenía muchas similitudes con el de los individuos con paranoia del primer experimento.
Con este trabajo los investigadores pretenden entender mejor cómo es la mecánica de la paranoia, para poder trabajar en el desarrollo de nuevos tratamientos para este trastorno mental.
Actualizado: 5 de mayo de 2023