La ketamina en pastillas combate con eficacia la depresión resistente

El trastorno depresivo mayor resistente al tratamiento es un problema de salud pública muy grave y difícil de manejar que se considera una de las principales causas de discapacidad a nivel mundial y que pone en riesgo la vida del paciente. Por ello, los científicos buscan nuevos abordajes terapéuticos y la ketamina es uno de los medicamentos que ha mostrado su eficacia en estos casos.

La ketamina se utiliza principalmente como anestésico en procedimientos quirúrgicos tanto en humanos, como en animales, pero se ha observado que puede proporcionar alivio rápido de los síntomas depresivos en algunos pacientes y que podría ser útil como tratamiento potencial para la depresión resistente a los tratamientos convencionales, el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y otras enfermedades psiquiátricas.

Un nuevo ensayo clínico de fase 2 realizado por investigadores de la Universidad de Otago ha comprobado ahora que la ketamina en comprimidos de liberación prolongada es eficaz, segura y bien tolerada en pacientes con depresión resistente a otros tratamientos. Tomar pastillas por vía oral es más fácil y tiene menos efectos secundarios –como la disociación, el riesgo de abuso o los efectos adversos cardiovasculares– en comparación con su administración por vía intranasal o intravenosa, según han explicado los autores del estudio en Nature Medicine.

El estudio involucró a 168 adultos en quienes la terapia antidepresiva regular fracasó repetidamente. Tomaron una variedad de dosis orales de ketamina o un placebo durante 12 semanas. El profesor Paul Glue, catedrático de Medicina Psicológica Hazel Buckland de Otago, dice que la dosis más alta de ketamina (180 mg) mostró una mejora significativa en los síntomas depresivos, en comparación con los pacientes que recibieron placebo.

“La ketamina se puede administrar mediante inyección o aerosol nasal, pero estos métodos pueden hacer que las personas se sientan distraídas, sedadas y aumentan su presión arterial. Este estudio muestra que las tabletas de ketamina de liberación prolongada son seguras y efectivas y, en general, la tolerabilidad fue buena y los participantes informaron efectos secundarios mínimos”, concluye Glue.

Ventajas de la ketamina oral como fármaco antidepresivo

Paul Keedwell, psiquiatra y miembro del Real Colegio de Psiquiatras (Reino Unido), que no ha participado en el estudio, ha destacado en declaraciones a SMC Reino Unido que “más del 70% de los pacientes depresivos que no habían mejorado con una media de más de cuatro antidepresivos diferentes respondieron a la ketamina oral y más del 50% experimentaron una remisión completa”. “Además, –añade– los investigadores demostraron una importante ventaja de la ketamina oral: que los efectos secundarios no se diferenciaban significativamente del placebo. En otras palabras, un comprimido de ketamina, a diferencia de una infusión, se tolera bien. Esto concuerda con investigaciones anteriores”.

“Un posible inconveniente de tomar ketamina por vía oral es que es probable que existan grandes diferencias individuales en la absorción y el metabolismo”

El psiquiatra indica, sin embargo, que, aunque los resultados del estudio “sugieren que a muchos les seguirá yendo bien con un tratamiento a más largo plazo, siempre que se utilicen dosis más altas”, “se necesita más investigación con un mayor número de pacientes”. Y advierte que “un posible inconveniente de tomar ketamina por vía oral es que es probable que existan grandes diferencias individuales en la absorción y el metabolismo, por lo que es necesario seguir investigando para determinar el régimen de dosificación ideal”.

“Este estudio confirma que la ketamina oral, al igual que la intravenosa, es un antidepresivo, pero que su efecto depende de la dosis. Los resultados son lo suficientemente buenos como para justificar los ensayos de fase 3, más amplios, que serán necesarios para obtener una licencia para la dosis de 180 mg dos veces por semana. Dada la facilidad con la que las personas pueden optar por tomar dos comprimidos si no obtienen beneficios con uno, los reguladores podrían estar interesados en los beneficios y riesgos de dosis más altas”, ha señalado Rupert McShane, psiquiatra asesor del Oxford Health NHS Trust y profesor asociado del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Oxford (Reino Unido), que no ha participado en el estudio, aunque dirige una clínica en Oxford que suministra ketamina como tratamiento para la depresión y también dirige una conferencia académica sobre la ketamina y una propuesta para reutilizar la ketamina intravenosa como alternativa a la terapia electroconvulsiva.