Los hipertensos con insomnio y estrés tienen más riesgo de fallecer

La falta de sueño reiterada y un trabajo estresante pueden aumentar hasta tres veces el riesgo de morir por problemas cardiovasculares en el caso de los empleados con hipertensión arterial, según ha comunicado un equipo de investigadores en un estudio publicado en European Journal of Preventive Cardiology.

Para obtener estos resultados analizaron a 1.959 personas de entre 25 y 65 años que tenían un diagnóstico de hipertensión y al inicio del estudio no presentaban diabetes ni patología cardiovascular, durante más de 17 años. Los hallazgos indicaron que los individuos con esta enfermedad que sufren estrés laboral y episodios de insomnio frecuentes y mantenidos en el tiempo tenían un riesgo de morir por enfermedades cardiovasculares tres veces mayor que los empleados que no estaban sometidos a un ambiente laboral estresante y dormían bien.

El riesgo de desarrollar una enfermedad cardíaca puede aumentar debido a factores incontrolables como la edad, el sexo o la herencia genética, sin embargo, también hay muchos que se pueden evitar, como el tabaquismo, la hipercolesterolemia, el sobrepeso o el sedentarismo.

El estrés laboral influye en la calidad del sueño

Tener la presión arterial elevada es uno de los factores de riesgo más importantes para el desarrollo de enfermedades cardíacas, pues cuando la presión de la sangre es alta el corazón necesita trabajar más para poder mover la sangre hacia todos los rincones del cuerpo. Este esfuerzo puede provocar que se engrosen los músculos del corazón y puede endurecer o dañar las paredes de las arterias, lo que provoca que los órganos reciban menos cantidad de oxígeno y el corazón se dañe a lo largo del tiempo.

La hipertensión es un factor de riesgo para sufrir problemas cardiovasculares, que se ve agravado por el insomnio y el estrés laboral

El estrés laboral fue definido como unas altas exigencias al trabajador sin que este pueda ejercer apenas control sobre sus tareas diarias. Esta angustia también puede interferir en el descanso nocturno, pues las preocupaciones pueden alterar el sueño, haciendo que se intercalen periodos de vigilia por las noches. Karl-Heinz Ladwig, uno de los autores, explica que, aunque la hipertensión por sí misma ya es un factor de riesgo de las enfermedades cardiovasculares, si este problema de salud se une al insomnio y al estrés su efecto negativo es todavía mayor.