Los miembros de la ONU adoptan un acuerdo para combatir delitos cibernéticos
27/12/2024
El uso de internet para delinquir es cada vez más frecuente y millones de personas de todas las edades están expuestas a este tipo de estafas en todo el mundo. Para evitarlo, los Estados miembros de la ONU han adoptado un acuerdo internacional jurídicamente vinculante sobre delitos cibernéticos que protegerá mejor a las potenciales víctimas tanto en el ámbito digital, como en el físico.
El pasado 24 de diciembre, los 193 países miembros de la ONU aprobaron la histórica Convención sobre el Delito Cibernético, la primera de esta clase, después de cinco años de exhaustivas negociaciones. Esta Convención es muy importante para todos la población mundial y la ONU ha expuesto cinco razones clave:
Una respuesta innovadora frente a una amenaza creciente. El Banco Mundial ha indicado que en 2023 alrededor del 67,4% de la población mundial utilizó internet para realizar actividades cotidianas como comunicarse, comprar, investigar o innovar. A pesar de las enormes ventajas que representa, esta conectividad conlleva graves riesgos al dejar a más de dos tercios de la población global expuestos al ciberdelito, en especial a los que tienen menos conocimientos digitales.
Los ciberdelincuentes emplean herramientas como malware, ransomware y piratería para robar dinero, datos e información confidencial. Además, es muy común que se use la tecnología digital para facilitar otros crímenes, como el tráfico de drogas, armas o personas, el lavado de dinero y el fraude.
El sudeste asiático se ha descrito como el epicentro del ciberdelito y es el hogar de redes delictivas muy bien organizadas; una amenaza que no deja de expandirse y afecta a economías, infraestructuras esenciales y la confianza en el entorno digital. Hasta ahora, no existía un marco global que abordara el ciberdelito de manera integral, pero gracias a la nueva Convención, las respuestas serán más rápidas, coordinadas y efectivas, y se incrementará la seguridad tanto en el espacio digital, como en el físico.
La Convención se convierte en el primer acuerdo internacional específicamente diseñado para proteger a los niños contra la explotación sexual en línea
Cooperación en tiempo real. Investigar delitos transnacionales, ya sea en línea o fuera de línea, depende cada vez más de la posibilidad de obtener pruebas electrónicas, lo que constituye importantes desafíos para las fuerzas del orden. Uno de los mayores obstáculos es la descentralización del control sobre los datos y redes, lo que hace que las pruebas electrónicas puedan estar dispersas en distintas jurisdicciones. Además, estas pruebas suelen ser efímeras y es necesario intervenir rápidamente para evitar que se pierdan.
La Convención regula el acceso y el intercambio de datos electrónicos, facilitando así las investigaciones y procesamientos. También establece una red operativa las 24 horas del día, los 7 días de la semana, que permite a los Estados cooperar de forma ágil en solicitudes de asistencia, intercambio de pruebas, confiscación de bienes relacionados con el delito, extradición y otros procedimientos legales.
Protección reforzada para los niños. Las redes sociales, las aplicaciones de mensajería y los juegos en línea son plataformas donde los depredadores pueden aprovechar el anonimato para manipular o coaccionar a menores, colocándolos en situaciones peligrosas. La Convención se convierte en el primer acuerdo internacional específicamente diseñado para proteger a los niños contra la explotación sexual en línea. Al penalizar este tipo de delitos y potenciar los recursos de los gobiernos, se busca garantizar una mayor seguridad para los menores.
Apoyo integral a las víctimas. El ciberdelito puede afectar a cualquiera en cualquier parte del mundo, y todas las víctimas merecen ser apoyadas. El acuerdo insta a los Estados a proporcionar asistencia a las víctimas, incluyendo apoyo físico, compensación, restitución y la eliminación de contenido ilícito relacionado con el delito. Cada país deberá instaurar estas medidas de acuerdo con su legislación nacional.
Prevención. No basta con actuar después de que se produzca un delito cibernético: la clave está en prevenir. La nueva Convención insta a los Estados a desarrollar estrategias sólidas de prevención, lo que incluye capacitación para los sectores público y privado, programas de rehabilitación para delincuentes, apoyo a las víctimas y otras medidas destinadas a reducir los riesgos.
Esta Convención no solo representa un paso histórico en la lucha contra el ciberdelito, sino también un compromiso global para proteger a las personas en un mundo cada vez más interconectado.
Fuente: Organización de las Naciones Unidas (ONU)
Actualizado: 27 de diciembre de 2024