Un dispositivo doméstico de estimulación cerebral logra mejorar la depresión
23/10/2024
Los trastornos de ansiedad y la depresión se han convertido en un problema de salud pública que afecta a personas de todas las edades y han experimentado un repunte asociado a la situación excepcional provocada por el COVID-19, ya que, solo durante el primer año de pandemia, la prevalencia global de ansiedad y depresión aumentó un 25%, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Un tratamiento adecuado de estos trastornos mentales es clave para mejorar la calidad de vida de la población y no todo el mundo tiene un fácil acceso a clínicas o centros de salud mental. Un nuevo estudio ha demostrado que un dispositivo que administra estimulación directa al cerebro constituye un medio seguro y efectivo para tratar la depresión en casa. Los resultados de la investigación se han publicado recientemente en Nature Medicine.
La estimulación transcraneal por corriente directa (tDCS) es una forma de estimulación cerebral no invasiva que aplica una corriente débil, entre 0,5 y 2 miliamperios, a través del cuero cabelludo mediante dos electrodos. Actualmente, se utiliza comúnmente en clínicas para tratar trastornos como la psicosis y los desórdenes alimentarios. En este ensayo clínico, se evaluó el uso de tDCS en un entorno domiciliario, administrado por los propios pacientes.
“Los resultados de este estudio, que probó la tDCS domiciliaria, pueden representar un avance importante en el campo de los trastornos del estado de ánimo para mejorar la viabilidad y la respuesta terapéutica con esta nueva modalidad de neuromodulación”, ha declarado el Dr. Rodrigo Machado-Vieira, profesor de UTHealth Houston, del Departamento de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento en la Escuela de Medicina McGovern, y coautor del estudio.
“Estos últimos resultados confirmaron un perfil positivo de seguridad y eficacia similar al de los primeros estudios con pacientes con depresión y trastorno bipolar, y la terapia domiciliaria puede facilitar el acceso de este tratamiento a un mayor número de pacientes”, añade el investigador.
La terapia domiciliaria redujo la gravedad de la depresión
El estudio incluyó a 174 adultos diagnosticados con depresión entre moderada y grave. Los participantes fueron asignados aleatoriamente a uno de dos grupos de tratamiento: tDCS activa o tDCS inactiva, utilizando el mismo dispositivo, pero sin proporcionar corriente. El tratamiento tuvo una duración de 10 semanas, con cinco sesiones de 30 minutos por semana durante las primeras tres semanas, seguidas de tres sesiones de 30 minutos por semana durante las siguientes siete semanas.
Los investigadores encontraron que los participantes que recibieron la tDCS activa mostraron mejoras significativas en la gravedad de su depresión, así como una mayor respuesta clínica y remisión en comparación con los del grupo placebo. Las tasas de respuesta y remisión al tratamiento fueron tres veces mayores en el grupo de tratamiento activo en comparación con el placebo, con un 44,9% de remisión en el grupo activo frente al 21,8% del grupo de control.
“La depresión afecta sobre todo a los 280 millones de personas que actualmente padecen síntomas. Si bien una combinación de antidepresivos y terapia suele resultar eficaz para muchas personas, la medicación puede tener efectos secundarios que pueden resultar molestos para algunas personas. Nuestro estudio ha demostrado que la tDCS es una posible opción de primera línea que podría ayudar a quienes la necesitan”, ha señalado Cynthia Fu, profesora de neurociencia afectiva y psicoterapia en King’s College de Londres, la institución que ha liderado este estudio internacional, y autora principal del estudio.
“Esperamos que la tDCS pueda ser una alternativa viable para quienes sufren depresión de moderada a severa y así ayudarles a manejar mejor sus síntomas”
“No existe una intervención médica perfecta. Los medicamentos pueden tener efectos secundarios no deseados, mientras que la terapia consume tiempo y recursos. Esperamos que la tDCS pueda ser una alternativa viable para quienes sufren depresión de moderada a severa y así ayudarles a manejar mejor sus síntomas”, ha añadido Rachel Woodham, la primera autora del estudio e investigadora en la Universidad del Este de Londres.
“Esta publicación es el resultado de ocho años de trabajo de un equipo excepcional en Flow, junto con los investigadores de King’s College de Londres, UTHealth Houston y la Universidad del Este de Londres, quienes lideraron el estudio. Que se publique en Nature Medicine, una de las revistas médicas más prestigiosas del mundo, resalta la calidad del diseño y los resultados del estudio. Nuestro objetivo principal siempre ha sido crear un tratamiento que sea efectivo, seguro y accesible para la mayor cantidad de personas posible”, concluye Daniel Månsson, director clínico y cofundador de Flow Neuroscience, que financió el estudio.
En opinión de Joaquim Raduà, psiquiatra y responsable del grupo de investigación Imagen de los trastornos relacionados con el estado de ánimo y la ansiedad de IDIBAPS, el resultado del estudio es alentador, “ya que sugiere que este dispositivo podría convertirse en una alternativa más dentro del abanico de tratamientos disponibles para la depresión, como fármacos como los antidepresivos, psicoterapias como la terapia cognitivo-conductual o el ejercicio físico, entre otros. Dado que cada persona tiene distintas preferencias y responde de manera diferente a los diferentes tratamientos, contar con más opciones podría aumentar las probabilidades de encontrar la intervención más adecuada para cada persona”, ha declarado a SMC España.
Actualizado: 23 de octubre de 2024