Personas con autismo tienen más riesgo de sufrir enfermedades crónicas
26/09/2023
Los trastornos del espectro autista (TEA) constituyen un conjunto de alteraciones del neurodesarrollo que influyen sobre el comportamiento del afectado y se caracterizan por dificultades para relacionarse o comunicarse, entre otros aspectos. Un nuevo estudio liderado por investigadores de la Universidad de Cambridge ha encontrado ahora que las personas con autismo tienen más probabilidades de padecer enfermedades crónicas. Los hallazgos se han publicado en la revista Molecular Autism.
Estudios epidemiológicos previos habían mostrado que los individuos autistas tenían un mayor riesgo de experimentar una gran diversidad de problemas de salud y mueren mucho más jóvenes, y se pensaba que estas personas tenían más probabilidades de padecer determinados trastornos, como dolor gastrointestinal, alteraciones del sueño y epilepsia o convulsiones.
La nueva investigación ha analizado una mayor variedad de enfermedades y ha comprobado que las personas autistas padecen muchos más problemas de salud de lo que se creía; en concreto, que tienen más probabilidades de padecer afecciones en cualquier parte del organismo, incluido el cerebro (como la migraña), el aparato digestivo (como la celiaquía), o el sistema endocrino (endometriosis), en comparación con la población sin autismo.
“Esta investigación se suma al conjunto de evidencia de que las necesidades de atención médica de las personas autistas son mayores que las de las personas no autistas”
“Este estudio enfatiza la mayor vulnerabilidad de la salud de las personas autistas tanto en los tipos como en la cantidad de afecciones que pueden tener. Ahora necesitamos comprender las causas de estos mayores riesgos, que probablemente sean de naturaleza multifactorial”, ha afirmado la Dra. Elizabeth Weir, investigadora asociada del Centro de Investigación del Autismo de Cambridge (ARC), que ha dirigido el equipo.
Se trata del primer estudio que muestra que las personas autistas tienen más probabilidades que las personas no autistas de experimentar “multimorbilidad de salud física”, lo que significa que tienen al menos dos o más afecciones de salud física –incluyendo la fibromialgia y el síndrome de ovario poliquístico– en diferentes sistemas de órganos.
Mayores tasas de fibromialgia y migraña en las personas con autismo
Para llevar a cabo el estudio se utilizó una encuesta anónima de autoinforme para comparar las experiencias de 1.129 personas autistas con 1.176 personas no autistas de entre 16 y 90 años que procedían de diversos países, aunque el 67% de los participantes eran del Reino Unido. Esta encuesta evaluó el riesgo de 60 problemas de salud física en nueve sistemas de órganos diferentes (gastrointestinal, endocrino, reumatológico, neurológico, ocular, renal/hepático, otorrinolaringológico, hematológico y dermatológico).
Los investigadores tuvieron en cuenta otros factores como la edad, el sexo asignado al nacer, el país de residencia, el origen étnico, el nivel educativo, el consumo de alcohol, el tabaquismo, el índice de masa corporal y los antecedentes médicos familiares. Descubrieron que las personas autistas tenían más probabilidades de ser diagnosticados con afecciones médicas en los nueve sistemas de órganos analizados, en comparación con las personas no autistas.
Comprobaron también que las personas autistas tenían tasas más altas de 33 condiciones específicas en comparación con sus pares no autistas, que incluían enfermedad celíaca, enfermedad de la vesícula biliar, endometriosis, síncope (desmayo o desmayo), vértigo, incontinencia urinaria, eccema y anemia por déficit de hierro.
El Dr. John Ward, científico investigador visitante en el ARC en Cambridge, que realizó el análisis, dijo: “Esta investigación se suma al conjunto de evidencia de que las necesidades de atención médica de las personas autistas son mayores que las de las personas no autistas. Se requiere más investigación, particularmente en torno a la identificación temprana y el seguimiento de enfermedades crónicas”.
Los hallazgos también apoyan otros previos que muestran que las personas con autismo tienen tasas más elevadas de todos los síndromes de sensibilidad central –un variado grupo de afecciones relacionadas con la desregulación del sistema nervioso central– incluidos el síndrome del intestino irritable (SII), el síndrome de la articulación temporomandibular (ATM), la migraña, el tinnitus, la encefalomielitis miálgica/síndrome de fatiga crónica (EM/SFC) y la fibromialgia.
La Dra. Carrie Allison, directora de estrategia del ARC y miembro del equipo, añadió: “Estos hallazgos resaltan la urgente necesidad de adaptar el sistema de salud para satisfacer mejor las necesidades de las personas autistas. Estos resultados deben confirmarse en muestras más grandes basadas en la población”.
“Somos conscientes de los riesgos de las condiciones de salud mental en las personas autistas, pero esta nueva investigación identifica también sus riesgos de condiciones de salud física. Necesitamos reevaluar urgentemente los sistemas de atención médica actuales para mejorar el apoyo a las personas autistas”, concluye el profesor Sir Simon Baron-Cohen, director del ARC y otro miembro del equipo.
Actualizado: 26 de septiembre de 2023