Restringir las comidas a 10 horas beneficia a trabajadores por turnos

Para tener una buena salud y controlar el peso corporal es importante seguir una dieta equilibrada, pero también influye a qué hora realizamos nuestras comidas, y esto parece ser especialmente importante cuando se trata de personas que trabajan por turnos, ya que un estudio realizado con bomberos que trabajaban en turnos de 24 horas ha encontrado que restringir sus comidas dentro de un periodo de 10 horas beneficiaba su salud; en concreto, su colesterol ‘malo’ y su presión arterial se reducían.

“Muchos de nosotros comemos todo el tiempo, hasta que nos acostamos, pero el cuerpo no lo necesita”, ha afirmado la profesora Pam Taub, profesora de medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Diego y coautora del estudio que añade que el cuerpo necesita un período de descanso para que las células se reparen. “El estómago, por ejemplo, suele digerir los alimentos durante el día y se repara a sí mismo durante la noche, pero no puede realizar estas funciones simultáneamente. Un horario constante de alimentación durante el día refuerza este patrón y asegura que varios órganos tengan tiempo para repararse”, dice.

Trabajar por turnos, especialmente en el turno de noche, que obliga a mantenerse despierto por la noche y dormir durante el día, altera los ritmos circadianos que se encargan de regular los horarios de sueño y vigilia y puede perjudicar la salud. Hay estudios que lo asocian a un mayor riesgo de desarrollar enfermedades, como obesidad, diabetes, hipercolesterolemia, hipertensión, problemas cardiovasculares, e incluso cáncer, y por ello es tan importante encontrar factores que ayuden a contrarrestar sus efectos dañinos sobre el organismo.

En qué horario debemos comer para tener buena salud

La investigación –que se ha publicado en Cell Metabolism– ha sido realizada por investigadores del Salk Institute y la UC San Diego, que pidieron a 150 bomberos del Departamento de Bomberos de San Diego que registraran en una aplicación todo lo que comían durante tres meses. Algunos de los participantes tenían problemas de salud como sobrepeso, hipertensión, niveles elevados de colesterol, o diabetes tipo 2.

Los niveles de presión arterial, azúcar en sangre y colesterol de los bomberos mejoraron por el hecho de comer dentro de un período de tiempo establecido y ayunar durante el resto de su turno

A todos ellos se les animó a seguir una dieta mediterránea, rica en verduras frescas, frutas, pescado y aceite de oliva y se les dividió en dos grupos: la mitad de ellos ingirió todas sus calorías dentro de un período de 10 horas, entre las nueve de la mañana y la siete de la tarde, sin saltarse comidas, mientras que la otra mitad continuó con su rutina normal y comió dentro de un período de 14 horas, en promedio.

Los resultados revelaron que la salud de aquellos con un régimen alimentario con restricción de tiempo mejoró más que la del otro grupo, y que sus niveles de presión arterial, azúcar en sangre y colesterol mejoraron por el hecho de comer dentro de un período de tiempo establecido y ayunar durante el resto de su turno. Incluso los bomberos que no presentaban ningún problema de salud previo experimentaron una disminución de su colesterol ‘malo’ y una mejoría de su calidad de vida al tomar sus comidas dentro de ese horario regular, mientras que no se observó ningún efecto negativo ni una reducción en sus niveles de energía.

“Hemos demostrado que comer con restricción de tiempo es una forma factible para que los trabajadores por turnos, como los bomberos, mejoren su salud y bienestar cardiovascular”, ha declarado la profesora Taub. La Dra. Linia Patel, dietista registrada y portavoz de la Asociación Dietética Británica, dijo que comer con restricción de tiempo es una medida al alcance de cualquier persona, que puede probarlo y observar si le da resultado, aunque opina que puede no servir para todos, ya que “trabajar por turnos es muy difícil y encontrar el mejor momento para ayunar es clave”.

Hay que destacar algunas limitaciones del estudio, como que la mayoría de los participantes eran hombres y que solo se evaluó un patrón horario de ingesta de comidas, pero los investigadores afirman que se debería probar la alimentación restringida en el tiempo en otros grupos de trabajadores por turnos. “Es probable que estos hallazgos puedan extenderse a una población más amplia, incluidos los trabajadores de la salud, como las enfermeras y otras personas que experimentan patrones anormales de sueño y vigilia”, concluye Taub.