Tener mala salud mental eleva el riesgo de COVID prolongado
09/09/2022
Los problemas psicológicos pueden fomentar el desarrollo de otras enfermedades. Prueba de ello es el hallazgo de un importante estudio realizado por miembros de la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard (EE.UU.) que ha revelado que la angustia psicológica antes de contagiarse con el virus SARS-CoV-2 podría aumentar el riesgo de tener COVID prolongado tras pasar la enfermedad.
Dentro de ese malestar psicológico los autores engloban sensaciones de ansiedad, depresión, preocupación, soledad o estrés, y los resultados obtenidos se mantenían estables incluso teniendo en cuenta otros factores en los participantes como el tabaquismo, el asma y otras condiciones de salud física y comportamentales.
Más de 54.000 voluntarios estadounidenses participaron en el estudio, de todos esos individuos, 3.000 de ellos contrajeron el COVID-19 en el año siguiente a comenzar el estudio, y se recogieron sus síntomas y la duración de los mismos. Estos datos se pusieron en relación con los cuestionarios sobre salud psicológica que se habían realizado desde el comienzo de la investigación.
Hasta un 46% más de riesgo de COVID persistente
Los resultados, dados a conocer en la revista JAMA Psychiatry, indicaron que sentir esta angustia antes de infectarse con el coronavirus estaba asociado a entre un 32% y un 46% más de probabilidades de tener COVID persistente. Además, se observó que había entre un 15% y un 51% más de riesgo de sufrir un deterioro en la vida diaria causado al COVID prolongado.
“La angustia se asoció más fuertemente con el desarrollo de COVID prolongado que los factores de riesgo para la salud física como la obesidad, el asma y la hipertensión, ha explicado Siwen Wang, directora del estudio. Por su parte, Andrea Roberts autora principal, ha revelado que “hasta donde sabemos, este es el primer estudio prospectivo que muestra que una amplia gama de factores sociales y psicológicos son factores de riesgo para la larga duración de la COVID y el deterioro de la vida diaria debido a la larga duración de la COVID”.
Los síntomas del COVID fueron más comunes en los participantes que habían declarado tener angustia psicológica antes de contraer la enfermedad
Los investigadores descubrieron que todos los síntomas del COVID, entre ellos la tos o la falta de gusto y olfato, eran más comunes en los participantes que habían declarado tener depresión, ansiedad, estrés y demás problemas psicológicos antes de contagiarse. Y es que, se sabe que una mala salud mental se asocia a mayor riesgo de COVID-19 grave, además de peores pronósticos en otras infecciones respiratorias, como el resfriado común o la gripe.
“Necesitamos considerar la salud psicológica además de la salud física como factores de riesgo de COVID-19 prolongado. Estos resultados también refuerzan la necesidad de aumentar la conciencia pública sobre la importancia de la salud mental y de brindar atención de salud mental a las personas que la necesitan, lo que incluye aumentar la oferta de médicos de salud mental y mejorar el acceso a la atención”, concluye Andrea Roberts.
Actualizado: 5 de mayo de 2023