Vinculan ser demasiado optimista con menores capacidades cognitivas
04/12/2023
Ser optimista siempre se ha considerado una ventaja, porque tener una actitud positiva ayuda a afrontar mejor las situaciones difíciles y a disfrutar más de la vida en general. Sin embargo, en este caso la virtud estaría en el medio, es decir, que el optimismo también puede distorsionar la percepción de la realidad y hacer que tomemos malas decisiones con consecuencias muy negativas para nuestro bienestar económico, por ejemplo.
Una investigación realizada por expertos de la Universidad de Bath (Reino Unido) ha encontrado que un excesivo optimismo se asocia con menores habilidades cognitivas, como la fluidez verbal, el razonamiento fluido, el razonamiento numérico y la memoria, y que aquellos que tienen una alta capacidad cognitiva tienden a ser más realistas y pesimistas en sus expectativas sobre el futuro.
“Pronosticar el futuro con precisión es difícil y por esa razón esperamos que aquellos con baja capacidad cognitiva cometan más errores en sus juicios, tanto pesimistas como optimistas. Pero los resultados son claros: la baja capacidad cognitiva conduce a sesgos más halagadores: las personas esencialmente se engañan a sí mismas hasta cierto punto”, ha afirmado el Dr. Chris Dawson de la Escuela de Administración de la Universidad.
“Esto apunta a la idea de que, si bien la evolución puede preparar a los humanos para esperar lo mejor, aquellos con una gran capacidad cognitiva son más capaces de anular esta respuesta automática cuando se trata de decisiones importantes. Los planes basados en creencias demasiado optimistas conducen a malas decisiones y seguramente producirán peores resultados que los que obtendrían con creencias realistas”, añade Dr. Dawson.
Cómo influye el pensamiento positivo en la toma de decisiones
El estudio se ha publicado en Personality and Social Psychology Bulletin y muestra que el impacto de las creencias excesivamente optimistas era especialmente evidente en las decisiones sobre cuestiones financieras importantes, como el empleo, las inversiones o el ahorro y, en general, cualquier elección que implique riesgo e incertidumbre, y conllevaba graves consecuencias para las personas.
Las expectativas financieras optimistas que no se ajustan a la realidad pueden conducir a un consumo excesivo y a la adquisición de deudas, así como a un ahorro insuficiente. También pueden contribuir a que se inicien negocios poco rentables. Son pocas las posibilidades de iniciar un negocio que tenga éxito, pero los optimistas siempre piensan que tienen una excelente oportunidad y comenzarán negocios destinados a fracasar.
“El problema de que estemos programados para pensar positivamente es que puede afectar negativamente a nuestra calidad de toma de decisiones, particularmente cuando tenemos que tomar decisiones serias”
Los investigadores se basaron en datos de una encuesta realizada en 36.312 hogares de Reino Unido, examinó las expectativas de las personas sobre su bienestar financiero y las comparó con sus resultados financieros reales. La investigación encontró que los más altos en capacidad cognitiva experimentaron un aumento del 22% en la probabilidad de “realismo” y una disminución del 35% en la probabilidad de “optimismo extremo”.
“El problema de que estemos programados para pensar positivamente es que puede afectar negativamente a nuestra calidad de toma de decisiones, particularmente cuando tenemos que tomar decisiones serias. Necesitamos poder superarlo y esta investigación muestra que las personas con alta capacidad cognitiva manejan esto mejor que aquellas con baja capacidad cognitiva”, ha señalado Dawson.
“El optimismo poco realista es uno de los rasgos humanos más generalizados y las investigaciones han demostrado que las personas subestiman constantemente lo negativo y acentúan lo positivo. El concepto de ‘pensamiento positivo’ está casi incuestionablemente arraigado en nuestra cultura, y sería saludable revisar esa creencia”, concluye el experto.
Actualizado: 4 de diciembre de 2023