Crean nervios artificiales que podrían dotar de tacto a las prótesis

Gracias a un nuevo descubrimiento basado en nervios artificiales, capaces de procesar información y comunicarse con otros nervios, las personas que portan prótesis podrían ser capaces de tener la sensación del tacto, que les permita percibir texturas, leer en sistema Braille o reaccionar de manera rápida a la presión o a estímulos de calor o frío. El novedoso hallazgo ha sido realizado por investigadores de la Universidad de Stanford, California (EE.UU.) en colaboración con miembros de la Universidad Nacional de Seúl (Corea del Sur).

El nuevo dispositivo neuromórfico utiliza electrónica flexible que es capaz de detectar e informar sobre los estímulos táctiles que percibe. Estos nervios artificiales constan de tres partes, la primera de ellas consiste en una decena de sensores táctiles que detectan cualquier fuerza minúscula gracias a la tensión que se genera entre dos electrodos, estas señales son enviadas al segundo elemento, el oscilador de anillo. Esta parte transforma los cambios de voltaje en una cadena compuesta de pulsos eléctricos. Estos pulsos llegan al tercer componente, el transistor sináptico, que se encarga de transmitir esos pulsos en patrones que son iguales que los que producen las neuronas biológicas.

Los nuevos nervios artificiales permitieron que una pata aislada de cucaracha se encogiese ante diversos estímulos

Tae-Woo Lee, uno de los autores del estudio, que se ha publicado en la revista Science, ha declarado que las sinapsis biológicas –la comunicación entre las neuronas– pueden transmitir señales y almacenar información con la finalidad de tomar decisiones sencillas, y los nuevos nervios artificiales realizan también estas funciones.

Nervios artificiales con un coste bastante bajo

En las pruebas realizadas en el laboratorio se observó que la piel artificial con los nuevos nervios era capaz de mandar información sobre la posición de una varilla que movían sobre la piel, gracias a la presión en los sensores, y permitieron detectar con claridad las letras escritas en Braille. Otros ensayos hechos en cucarachas demostraron que las patas se encogían de manera aislada ante señales de los nervios artificiales, esto permitiría una respuesta involuntaria como reflejo de estímulos como el calor o la presión en prótesis.

El nuevo dispositivo se realiza a partir de un bloque denso de plástico, por lo que, según la investigación, el coste es bastante bajo. Esto supone un gran avance para las personas con prótesis y los autores afirman que en un futuro cabe la posibilidad de que se utilizaran también para mejorar la sensibilidad en los robots, los cuales podrían ser utilizados para tareas más minuciosas, como el cuidado de las personas mayores.