Restablecen el control de la vejiga en hombres con lesiones de médula
24/08/2018
El sistema de estimulación magnética superficial de la zona de la columna lumbar podría mejorar la calidad de vida de los pacientes con lesiones medulares, al permitirles miccionar de manera autónoma sin necesidad de utilizar catéteres. Así lo ha demostrado una investigación realizada por neurocientíficos de la Universidad de California (EE.UU).
Las personas con lesiones medulares suelen tener problemas relacionados con su vejiga, pues carecen de la capacidad de controlar la micción. Por ello, necesitan utilizar un catéter cada vez que orinan, lo que conlleva un riesgo de infecciones urinarias y cicatrices consecuencia de introducir y sacar varias veces al día la sonda en la vejiga. Además, se corre el riesgo de desarrollar patologías más graves, como una insuficiencia renal, que en el peor de los casos derive en fallecimiento.
Los ensayos del estudio, que ha sido publicada en la revista Scientific Reports, han sido realizados con cinco pacientes cuyas lesiones medulares tuvieron lugar entre cinco y 13 años atrás, a los cuales se les sometió a una sesión semanal de 15 minutos de estimulación magnética durante cuatro meses. Este dispositivo está aprobado por la Administración Americana de Alimentos y Medicamentos (FDA) para el tratamiento en humanos, sin embargo, su aplicación para la rehabilitación de la vejiga es aún experimental.
En algunos pacientes con lesiones medulares el deseo de recuperar el control de la vejiga excede incluso su deseo de volver a caminar
Mejoras notables en la micción tras cuatro semanas
Los autores recuerdan que al comienzo de la investigación no se apreciaron mejoras en la capacidad de micción. Sin embargo, tras cuatro sesiones empezaron a observar los cambios. Uno de los participantes, que llevaba 13 años con una lesión medular, consiguió orinar varias veces al día sin necesidad de catéter hasta cuatro semanas después de haber tenido su última sesión de estimulación magnética, lo que según los autores denota que la médula espinal podría tener una especie de memoria.
Los cuatro pacientes restantes notaron una mejora que les hizo reducir el uso de la sonda de más de seis veces al día antes del tratamiento a apenas una después de él. La capacidad de almacenaje de la vejiga de todos los hombres estudiados creció de 244 ml a 404 ml, además de aumentar de manera voluntaria la cantidad de orina producida, de 0 a 1.120 cm3 al día. Además, también se vio favorecido su función sexual y la intestinal.
Según un estudio de 2012, en algunos pacientes el deseo de recuperar el control de la vejiga excede incluso su deseo de volver a caminar. De hecho, según un cuestionario que los cinco hombres completaron antes y después del estudio, el tratamiento mejoró su calidad de vida en un promedio del 60%.
El Dr. Daniel Lu, junto con el resto de investigadores, ha explicado que no es la primera vez que se utiliza este tipo de estimulación magnética para mejorar la función de las células nerviosas, que anteriormente se ha empleado para tratar desde la migraña hasta la depresión. Según Lu, “la mayoría de las lesiones de la médula espinal no son anatómicamente completas; la médula espinal conserva una conexión débil y residual con el cerebro”, algo que han aprovechado para restablecer la función de la vejiga “amplificando estas señales débiles y mejorando la capacidad de los circuitos neuronales para responder a ellas”.
Lu también han subrayado los beneficios de esta práctica, pues no es invasiva, es indolora y tiene un coste más reducido que un implante. Se espera que en breve se puedan probar estos efectos en un grupo mayor de afectados e incluso en mujeres.
Actualizado: 4 de mayo de 2023